Por qué el traslado de agua en barco por la sequía de Cataluña es un recurso de emergencia al que no debemos acostumbrarnos

Para el Miteco es un plan b durante el estado de emergencia y hasta que nuevas plantas desalinizadoras catalanas de Tordera y Foix operen, pero no es una solución “ideal” ni “sostenible” en el tiempo

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Vista del pantano de Sau,
Vista del pantano de Sau, a 22 de enero de 2024, en Barcelona, Catalunya (España).

A mediados de noviembre de 2023, el conseller de Acción Climática de Cataluña, David Mascort, confirmaba que el Govern se estaba preparando para poder acoger la llegada de barcos con agua, en caso de establecer el nivel de emergencia, que finalmente se declaró el pasado 1 de febrero por sequía en el sistema Ter-Llobregat. La idea que parecía tan ajena y que ha levantado muchas dudas podría ser una realidad en solo unos meses. Cataluña podrá disponer desde principios de junio del agua de la desalinizadora de Sagunto (Valencia) como un recurso a la desesperada.

Este martes, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha afirmado, en una entrevista en RNE, que llevar agua hasta Cataluña en barcos no es “sostenible en el tiempo, no es la solución ideal”. Fuentes el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) han detallado a Infobae que no es una solución “sostenible” en el tiempo ni “ideal”, pero mientras no se “dimensione la capacidad de recursos” procedentes de la desalinización de las dos plantas acordadas con la Generalitat, la “reutilización” del agua y se “ajuste nuestro consumo a la oferta real de agua” hay que pensar en un plan B. Y ese plan B es transportar agua en barcos.

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Para los ecologistas, el transporte de agua en barco es una acción de “emergencia viable” y “de último recurso”, pero también urgen a tomar medidas estructurales sobre el consumo de agua y hacer autocrítica del modelo económico que se ha desarrollado en Cataluña. En declaraciones a Europa Press, la delegada en Cataluña de SEO/BirdLife, Cristina Sánchez ha denunciado que “en Cataluña no solo es cuestión del cambio climático, es mala gestión del agua”.

Por su parte, el portavoz especialista del programa de Agua de WWF, Alberto Fernández, ha sugerido que hay que “replantear” el modelo económico de desarrollo ligado al agua, y el portavoz de Ecologistas en Acción de Cataluña y de Aigua és Vida, Didac Navarro, ha indicado que el “problema” es que se ha estado “ofertando agua durante muchos años para cualquier actividad económica sin ningún tipo de límite”. “Hace falta un cambio en el modelo económico de Cataluña a nivel estructural”, ha sentenciado

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Candado al grifo en la agricultura y el turismo

Los grupos ecologistas reclaman un control más férreo sobre el consumo. Algunas de las medidas que han planteado las organizaciones para gestionar los recursos hídricos son disponer de información pública sobre quiénes son los grandes consumidores para planificar el uso del agua o reconsiderar el modelo de agricultura, ganadería y turismo, y eliminar el coste medioambiental de la desalación del agua que “actualmente se realiza a través del uso de energías no alternativas que deben ser superados y sustituidos por otros métodos de obtención de energías renovables como paneles solares o aerogeneradores”, según ha explicado el especialista de WWF sobre los procesos de desalinización del agua.

Dos nuevas desalinizadoras de emergencia

Gobierno y Generalitat alcanzaron un acuerdo el lunes para desbloquear la ampliación de la desalinizadora de La Tordera para 2028 y la construcción de la de Foix para 2029. Se trata de instalaciones incluidas en la planificación de la administración catalana para aumentar la disponibilidad de agua en la región, pero cuya financiación estaba prevista por parte del Estado.

Las obras irán a cargo de la empresa pública española Acuamed y con fondos Next Generation, que obligan a la recuperación de costes, lo que significa que estas inversiones deberán sufragarse a través de la factura del agua que pagan los consumidores.

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