La ciudad de Cáceres es una de las joyas arquitectónicas de nuestro país. Su casco urbano acoge uno de los conjuntos monumentales más impresionantes de Europa y no es de extrañar que esté declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Sus estrechas callejuelas medievales invitan al viajero a perderse por todos sus rincones descubriendo la historia y la cultura a cada paso.
Es una ciudad perfecta para una escapada de fin de semana, pues además de su patrimonio, cuenta con un entorno natural que permite realizar multitud de rutas y senderos en enclaves tan singulares como la Zona de Interés Regional Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes, el hermoso Parque Nacional de Monfragüe o la sierra de San Pedro.
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Así, su oferta hotelera también es maravillosa, pues el visitante se puede alojar en espacios que son dignos de los mejores reyes. De este modo, en pleno centro histórico se ubica el impresionante Parador de Cáceres. Un edificio que aúna la cultura y tradición de la localidad y que permite disfrutar de ella de una manera increíble.
Dos palacios en uno
El Parador de Cáceres se desarrolla en dos antiguos palacios señoriales: la Casa de Ovando-Mogollón, Perero y Paredes, de estilo gótico, y el Palacio de los Marqueses de Torreorgaz, también gótico pero con una fachada neoclásica. Esta fue añadida en el siglo XVIII y es donde se ubica la entrada principal. El complejo refleja a la perfección la arquitectura típica civil de la Edad Media, la cual se caracteriza por “las casas-fuerte con torres anejas y patios internos que distribuían las estancias”, detallan desde la web del Parador.
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Igualmente, el edifico engloba un conjunto de estilos arquitectónicos que recogen la esencia de la ciudad. Así, se pueden apreciar trazados góticos, renacentistas y barrocos, todos ellos visibles en otros puntos de la localidad. A su vez, uno de sus puntos más destacados es la torre, siendo una de las pocas que se conservan, y una lápida romana del siglo II, que todavía mantiene la inscripción original.
En su interior, “el entramado de patios y cercos empedrados, las vigas de madera o la chimenea original del salón te transportarán a otra época”. A esto se le suma un conjunto de servicios y comodidades que siempre están a disposición del cliente.
Una rica cocina regional
Como no podía faltar, el Parador de Cáceres cuenta con una oferta gastronómica ”basada fundamentalmente en los reconocidos productos extremeños con denominación de origen, rodeado de una decoración cálida, elegante y contemporánea con vistas al jardín”, explican desde el portal web.
Así, desde su elegante restaurante se puede degustar una amplia y variada carta donde los productos de cercanía son los protagonistas. En ella, el viajero descubre plantos tradicionales y especialidades de la casa, entre las que se encuentran: el zorongollo extremeño, solomillo de Ibérico con salsa de queso del Casar, migas extremeñas y técula mécula.
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Un paseo por Cáceres
Caminar por el casco antiguo de Cáceres es toda una aventura. En él, el viajero queda asombrado con iglesias, palacios y plazas, pero también por los 1.238 blasones nobiliarios, por algo se le conoce como la ‘Ciudad de los mil y un escudos’. Estos símbolos hacen referencia al esplendor de la aristocracia durante la conquista de América. La Plaza de Santamaría es uno de sus espacios más destacados, pues es donde se encuentra la iglesia más importante de la villa: la Concatedral de Santa María de Cáceres.
Se trata de una construcción del siglo XIII de estilo románico en transición al gótico y techo de madera. Junto a ella se ubica el Arco de la Estrella, el cual fue construido en el siglo XVIII para sustituir la Puerta Nueva, que era del siglo XV, y es de estilo barroco. Otro imprescindible es la Torre de Bujaco, de estilo árabe, es uno de los símbolos de la ciudad. Se levantó en el siglo XII sobre sillares romanos y tiene una altura de alrededor de 25 metros.
Alberga el Centro de Interpretación de las Tres Culturas: la cristiana, la judía y la árabe, y desde su almenar se observan unas vistas espectaculares de la ciudad. También destaca el aljibe árabe de Cáceres, uno de los más grandes y mejor conservados del mundo. Se localiza dentro del Museo Provincial de Cáceres. Cabe destacar también la iglesia de San Juan Bautista. De estilo gótico, se ubica en la Plaza de San Juan y fue construida en el siglo XIII. Otro de los puntos que no puede faltar son las murallas, que son de origen romano y levantadas en el siglo I. Más tarde, en el siglo XII, fue reconstruida por los almohades.
Tampoco hay que olvidarse de la Plaza Mayor, una de las más impresionantes de España. Es el lugar perfecto para tomarse algo en alguna de las terrazas, disfrutando de las hermosas vistas de puntos como la Torre de Bujaco, la Ermita de la Paz o la Torre de los Púlpitos. Esta última es la única torre de la ciudad añadida a la muralla después de la reconquista cristiana en el siglo XV.
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Cómo llegar
Desde Badajoz, el viaje es de alrededor de 1 hora y 20 minutos por la carretera N-523. Por su parte, desde Madrid, el trayecto tiene una duración de 3 horas aproximadamente por la vía A-5.