La actriz española está a punto de estrenar Ferrari en nuestro país, un biopic sobre el ex piloto de carreras Enzo Ferrari que, más tarde, se convertiría en empresario dentro de la Formula 1 al fundar la escudería que llevaría su nombre.
En ella, Penélope Cruz interpreta a Laura, la esposa del protagonista, al que da vida Adam Driver, que fue su mano derecha dentro del negocio al mismo tiempo que su matrimonio se encontraba en una enorme crisis constante que terminaría por resultar irreversible tras la muerte de su hijo Dino a causa de una distrofia muscular.
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Fobia a los coches
Mientras que en la ficción Laura se introduce en el universo automovilístico, en la realidad, la actriz siente auténtica fobia a los coches desde que su hermana Mónica Cruz fue atropellada cuando eran niñas. “Tengo miedo de conducir”, dijo la ganadora de un Oscar y musa de Pedro Almodóvar en una entrevista con la revista Elle. “Cuando yo tenía ocho o nueve años, un vehículo arrolló a mi hermana que iba justo dos pasos por delante de mí”. Esa imagen de horror se le quedó para siempre gravada en la cabeza, hasta el punto de que se acuerda lo que llevaba puesto ese día, un abrigo rojo. “Para mí el tiempo se detuvo”.
Finalmente, Mónica Cruz (a la que hace poco pudimos ver en UPA Next, recuperando su papel en la mítica UPA Dance) se recuperó, pero la impresión que generó ese incidente siguió estando presente en su hermana.
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Por eso, participar en esta película le ha servido para canalizar esos fantasmas de su infancia que permanecían presentes. “Es un gran trauma”, continuaba, “así que no fue fácil rodar esta película sin dejar que mis emociones se apoderaran de mí, fue un equilibrio difícil entre tapar esa herida y enfrentarme a ella”.
La actriz, ha anunciado su participación en la nueva película de Maggie Gwyllenhaal, un remake de La novia de Frankenstein, donde encarnará el papel protagonista junto a Christian Bale y también se prepara la adaptación de una novela de Elena Ferrante de la mano de Isabel Coixet, con la que ya trabajó en Elegy.
Por su papel en Ferrari, Penélope Cruz ha recibido numerosos elogios y diferentes nominaciones desde que la película se presentó en el pasado Festival de Venecia. Precisamente, esa animadversión por los coches también le ha animado a hablar de terapia psicológica y de cómo a lo largo de su vida la ha utilizado para orientar sus sentimientos y sentidos, ya que se considera hipersensible. “Es una de las cosas de las que me ocupo en las sesiones, de cómo logran un equilibrio para poder seguir sintiendo sin que me afecte demasiado”, terminó diciendo la actriz a la publicación.