El truco para pagar menos al recibir una herencia: este es el documento clave

El testamento es una pieza prácticamente crucial para desgranar cualquier herencia, tanto en España como en el resto del mundo. La persona causante suele utilizar este escrito para manifestar cómo quiere que se haga la distribución de los bienes y propiedades que le pertenecen, asegurando que los herederos cumplen sus voluntades sin demasiados conflictos. El testamento puede optimizar la gestión del patrimonio desde el punto de vista fiscal, puesto que contempla varios mecanismos para reducir los impuestos que tienen que pagar las personas llamadas a recibir el legado. ¿Por qué siempre conviene tener a mano este documento?

Los españoles suelen dejar por escrito en el testamento cómo quieren organizar el reparto de sus bienes. Mucha gente, sin embargo, prefiere obviar este trámite y pasarlo por alto al considerar que no es necesario, mientras que otros creen que solo es útil para las personas con mucho dinero. Los más supersticiosos no hacen testamento porque les causa cierta inquietud el hecho de plantearse su propia muerte. Lo cierto es que es un trámite bastante asequible, sencillo y, sobre todo, útil tanto para la persona causante como para los herederos.

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El testamento es la forma legal de distribuir la herencia conforme a las prioridades de cada ciudadano, aunque también tiene sus límites. Los herederos, no obstante, pueden repartir los bienes de la persona causante cuando esta no ha dejado testamento. En estos casos, entran en juego las leyes hereditarias y el derecho común que estima quienes pueden heredar y el orden en que lo harán. El Estado se encarga de la adjudicación y de determinar cómo se reparten tanto el dinero como el resto de bienes. Los expertos, no obstante, recomiendan dejarlo todo por escrito no solo por una cuestión de tiempo, sino también por el ahorro económico que supone.

En términos generales, hacer testamento tiene muchas ventajas, no solo desde el punto de vista económico. El testamento es un acto personal y permite a la persona causante repartir los bienes cómo y a quien quieran. Además, es una forma de proteger el patrimonio y evitar conflictos, rencillas y malendentidos entre los futuros herederos.

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El testamento supone además un importante ahorro para los descendientes, fundamentalmente por estos cuatro motivos:

• En caso de no dejar testamento, los herederos tienen que pagar dos veces por los servicios del notario. La redacción del testamento, en cambio, sale generalmente barata y oscila entre los 30 y 60 euros.
• El testamento agiliza los trámites burocráticos. En su defecto, los herederos tendrán que acudir al Registro General de Últimas Voluntades para poner en marcha el proceso.
• Los familiares de la persona causante no tienen que pagar para obtener la declaración de herederos.
• El Impuesto de Sucesiones se reduce y los herederos tienen que soportar una carga fiscal más reducida.

Los herederos forzosos o legitimarios no pueden quedar fuera de un testamento, si no es por alguno de los motivos que contempla la legislación actual. Los testamentos, además, pueden ser de tres tipos: abiertos, cerrados u ológrafos. En cualquier caso, este documento supone un ahorro de dinero importante para cualquier heredero.