El castillo del siglo XI que forma parte de la Ruta de los orígenes de Cataluña: ofrece una de las mejores vistas de la región

En el corazón de la comarca del Baix Empordà, en Girona, se ubica un pueblo que destaca por su patrimonio arquitectónico, pero sobre todo por su profunda historia, la cual está estrechamente ligada a la cerámica. Esta tradición artesanal tiene su origen en el siglo XVI y se ha mantenido intacta en la zona, convirtiendo a la villa en un destino con mucho encanto.

Estamos hablando de la localidad de Bisbal d’Empordà, una localidad, donde aparte de la cerámica, el viajero queda asombrado por su rico conjunto medieval. De este destaca su castillo-palacio, uno de sus monumentos más sobresalientes y que es una de las paradas obligatorias en la visita a este pueblo.

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El castillo de Bisbal d’Empordà data de los siglos XI y XII, y a lo largo de su historia fue escenario de los duros enfrentamientos entre la familia Cruïlles y el obispado de Gerona. Con el paso de los años, Jaime I de Aragón dio al obispado la plena jurisdicción civil y criminal de la fortaleza, en la que centralizó la administración de todas sus posesiones. De este modo, los obispos, señores de la comarca, establecieron allí su residencia, y desde su atalaya privilegiada controlaban las tierras bañadas por el río Daró y también administraban justicia, de ahí la necesidad de una cárcel.

En cuanto a su arquitectura, el castillo es uno de los mejores ejemplos del románico civil catalán. Lo primero que llama la atención es su monumentalidad, pues alberga una plata rectangular donde el edificio original ha sido modificado en varias ocasiones con estructuras de otros estilos.

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“Como elementos característicos del románico encontramos ventanas adoveladas de medio punto en la fachada noreste y noroeste del castillo. En esta última, también podemos observar un basamento construido con losas inclinadas, que se conoce como opus spicatum, técnica muy utilizada durante la antigüedad y la primera edad media”, detallan desde el portal web de Patrimonio Cultural de Cataluña. En su interior, se puede apreciar un pasillo románico, cubierto por una bóveda, y bajando las escaleras se ubica la prisión del castillo.

Por otro lado, la fortaleza se encuentra actualmente dentro de la Ruta de los orígenes de Cataluña. “Un documento audiovisual explica los conflictos entre señores feudales y vasallos en la época medieval y la planta noble se puede visitar de la mano de unos personajes históricos virtuales muy singulares”, explican desde turismo de la localidad. Igualmente, desde lo alto de su torre se pueden apreciar unas vistas impresionantes de todo el Empordà.

La mejor forma de conocer este monumento es a través de las visitas guiadas que organiza el portal de turismo del pueblo. Así, estas tienen una duración aproximada de una hora y media, siendo el horario de verano de martes a viernes de 09:30 h a 20:00 h, los sábados de 10:00 h a 14:00 h y de 16:30 h a 20:00 h; y los domingos y festivos de 10:00 h a 14:00 h.

Por su parte, el horario de invierno son los jueves de 17:00 h a 20:00 h; los viernes y sábados de 10:00 h a 13:00 h y de 17:00 h a 20:00 h; y los domingos y festivos de 10:00 h a 14:00 h. En cuanto al precio, la entrada general tiene un coste de 5 €, mientras que para los menores de 12 años es gratuita.

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Desde Girona, el viaje es de alrededor de 40 minutos por la carretera C-66. Por su parte, desde Barcelona el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 30 minutos por la vía AP-7.