Milagros, una mujer de 90 años ha sido víctima de un robo de más de 50.000 euros por parte de su cuidadora, quien le había prestado servicios durante más de una década. Según María, hija de la afectada, su madre depositaba plena confianza en la cuidadora, lo que facilitó el hurto a lo largo del tiempo.
El aislamiento provocado por el coronavirus exacerbó la situación, impidiendo las visitas de familiares y otorgando a la cuidadora mayor control sobre la vida de la anciana. “Poco a poco fue quedándose con los ahorros”, relató María en el programa ´Y ahora Sonsoles´, de Antena 3, evidenciando cómo la cuidadora aprovechó la situación para vaciar la cuenta bancaria en dos años.
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La familia de la víctima, incluido un sobrino que residía con ella, se mostró sorprendida ante la noticia del robo, incapaces de creer la traición dado el vínculo emocional que creían compartir con la cuidadora, a la que consideraban casi como parte de la familia.
Otro caso de robo
El caso de esta anciana no es aislado. En el mismo contexto, en el programa de Antena 3 se contó la historia de Cándida, otra víctima de la misma cuidadora. Sin embargo, en lugar de dinero, a Cándida se le sustrajeron joyas y objetos de valor, demostrando el patrón delictivo de la trabajadora hacia las personas a su cargo.
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