‘Sala de profesores’, la rival de ‘La sociedad de la nieve’ en los Oscar que explica los problemas de Alemania desde dentro de un colegio

La película cuenta el caso de una profesora que denuncia un robo y acaba sembrando el caos en el centro cuando explota el escándalo

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Tráiler oficial de 'Sala de profesores'.

Aunque la mayoría de profesores se niegue a admitirlo, todo empieza en el colegio. Los amigos, los amores, los trabajos del futuro... el desarrollo personal y la personalidad del mañana en definitiva. Los profesores siguen diciendo que a los niños se les tiene que educar desde el hogar -y no les falta razón en gran medida-, pero la realidad es que el colegio es el sitio en el que más tiempo pasan los niños, y en el que encuentran las relaciones interpersonales que suelen marcar su identidad. En definitiva, un punto neurálgico que forma personas, pero que también puede ser el foco de grandes problemas.

Sobre esta idea parece fundamentarse Sala de profesores, la película alemana que acaba de llegar a los cines y que aspira, entre otras, al Oscar a Mejor Película Internacional. Una película que no parte de ninguna historia real pero sí de un cúmulo de experiencias en distintos colegios que han terminado por dar forma a la trama, tal y como confiesa su director. “Fuimos a visitar diferentes escuelas. Cada una tiene su propia política, hay centros que son muy liberales y escuelas que mantienen la ley y el orden, con tolerancia cero. Todas estas cosas permiten contar lo grande a través de lo pequeño”, explica Ilker Çatak, director de la película.

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Sala de profesores cuenta la historia de un colegio alemán al que llega Carla (Leonie Benesch) una joven profesora que trae mucha ilusión y nuevos métodos de enseñanza, con la intención de que sus alumnos hagan algo más que aprenderse libros de memoria para poder pasar un examen. Sin embargo, el idealismo de Carla pronto choca con el espíritu del centro, que está sufriendo una oleada de robos a los que responde de manera contundente y cercana a la de un régimen totalitario: separando a sus alumnos, registrándoles en plena clase e incluso llegando a interrogar a uno que, casualmente, es de origen musulmán.

Imagen de 'Sala de profesores'
Imagen de 'Sala de profesores'

Carla pronto descubre que todo lo que se cuece en el colegio pasa antes por la sala de profesores. Allí es donde uno se entera de los chismorreos, donde se ficha a los alumnos más problemáticos o simplemente donde cada maestro se desahoga. Pero esta profesora tiene la teoría de que quien anda detrás de la oleada de robos no es uno de sus alumnos, y por ello pone una cámara para descubrir de quién se trata realmente. El resultado de su ingeniosa acción, sin embargo, termina por desatar un gran escándalo en el colegio, que afecta a uno de sus alumnos y por ende a su clase y a ella misma.

De forma no muy sutil por momentos -con esas metáforas matemáticas de si el 0,9999 puede ser igual que 1-, Sala de profesores propone una revisión de la llamada tolerancia cero en las escuelas germánicas. El mismo sistema que se niega a favorecer conductas problemáticas y cortar por lo sano, es el mismo que puede acabar devorando a las personas que integran ese sistema, ya sean culpables, verdugos o víctimas colaterales, como es el caso del joven alumno de Carla, Oskar (Leonard Stettnisch). Es precisamente sobre esta tolerancia cero, este modo de ver la vida en blanco o negro lo que critica como fin último la película, una forma de regir el colegio que no por disciplinada deja de ser menos problemática y que en gran medida se acaba extendiendo, como todo lo demás, a la sociedad que hay tras los muros del centro.

A todo este cóctel hay que sumar otro ingrediente de vital importancia, más aun si tenemos en cuenta que se trata de Alemania, y es el componente racial. El tema de la inmigración en Europa y la relación de este con el auge de la ultraderecha se está tratando en el cine de determinados países, como es el caso de Shorta. El peso de la ley en Dinamarca, Tori y Lokita en Bélgica o R.M.N. en Rumanía, por mencionar algunos ejemplos. Sala de profesores no encara el problema de forma tan frontal como esas otras, pero deja entrever la cantidad de prejuicios y malentendidos forzados que se siguen reproduciendo en las escuelas incluso hoy día y bajo ese aparente mantra de tolerancia cero.

Imagen de 'Sala de profesores'
Imagen de 'Sala de profesores'

Dura competencia para Bayona

Hijo de inmigrantes, el éxito de su director no es la norma, pero sí una muestra de que se puede llegar a algo grande a pesar de los orígenes. No obstante, buena parte de la extrema derecha de su país ahora reivindica la película solo porque le va bien, sin atender a su mensaje. De ahí que también “prometa” en varias entrevistas que si gana el Oscar se lo dedicará a ellos, pero no de manera cariñosa precisamente.

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Porque no hay que olvidar película de corte social pero con envoltorio de thriller no solo ha triunfado en Alemania, sino que ha sido elegida como su representante para los Oscar y se ha colado en la terna por la estatuilla a la Mejor Película Internacional. Categoría en la que compite con otras grandes películas del año como Yo, Capitán (Italia), Perfect Days (Japón), La zona de interés (Reino Unido) y España, que tiene en La sociedad de la nieve su gran apuesta. Aunque sin duda La zona de interés parte como favorita dadas las otras cuatro nominaciones que acumula, Sala de profesores se presenta como una nada desdeñable tercera en discordia. Termine o no con la estatuilla la noche del próximo 10 de marzo, ha empezado una corriente de debate que merece más atención y desarrollo. Todo empieza en el colegio y sigue con el cine, pero aun falta mucho más por hacer ahí fuera.

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