A sus 55 años, Alfonso Rueda Valenzuela (Pontevedra, 1968) tenía el reto de revalidar su Presidencia en la Xunta de Galicia este 18 de febrero, y lo ha conseguido. Con XX escaños, Rueda logra desprenderse de las riendas de Feijóo en Galicia, quien le eligió como suplente al frente de la Xunta con unos resultados que había logrado el líder gallego -con rueda de número 2- en el año 2020. Ahora, el candidato actual ya puede independizarse de estos préstamos y presumir de quinta mayoría absoluta consecutiva en Galicia.
Por su parte, Feijóo ha sorteado un importante obstáculo en la senda de su liderazgo al frente del partido, ya que esta mayoría le permite respirar un poco más tranquilo después de unas semanas convulsas de campaña. Y es que, con estas elecciones, tenía mucho que perder y poco que ganar, ya que tras el 23J, donde parecía que no iba a tener problemas para entrar en La Moncloa, su liderazgo estaba en entredicho y las urnas de Galicia podrían haber sido la gota que colma el vaso.
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Vendedor “puerta a puerta”
Pero antes de su aterrizaje en la política, Rueda tenía un pasado muy alejado de la misma. El candidato del PP recorrió muchas etapas antes de llegar a la Xunta y estuvo a punto de dejar la política en varias ocasiones. De hecho, su propia madre asegura que uno de los valores que le inculcaron en casa fue el de tener siempre una forma de ganarse la vida, lo que, a su juicio, pasaba por alejarse de la política, según expone ella misma en un vídeo difundido por el PP.
Antes de acceder a este mundo que le ha llevado a presidir el Gobierno de su propia tierra, Rueda hizo caso a su madre y estudió para ganarse la vida de otras formas: cursó Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela, sin embargo, al acabar la carrera se embarcó en otro sector. Comenzó como vendedor de fondos de inversión ‘puerta a puerta’, en concreto, en una empresa auxiliar del Banco Santander. Fue el servicio militar el que cortó su trayectoria como comercial.
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Su relación con Feijóo
Fuentes del Partido Popular de Galicia comentan a Infobae España que el cambio de Feijóo a Rueda ha sido “tranquilo”, y es que ya han pasado dos años desde que el ahora candidato está al frente de la Xunta. Admiten que sustituir el hiperliderazgo de Feijóo era difícil, pero creen que Rueda ya ha superado ese reto y los gallegos se han acostumbrado a los nuevos papeles: Feijóo en la esfera nacional y Rueda como presidente de la Xunta y del PP gallego. “Se ha ganado el respeto y la simpatía de los afiliados con su trabajo y generosidad hacia el partido”, apunta una fuente muy cercana al líder gallego. Esa generosidad la respaldan en kilómetros: el presidente gallego lleva desde octubre recorriendo Galicia en bus con motivo de la precampaña del 18-F, lo que le ha permitido ganarse la simpatía de muchos afiliados e incluso alcaldes de su partido.
No ha tenido mucho tiempo para asentarse como presidente antes de someterse al escrutinio, por lo que el PP gallego optó en campaña por un perfil propio y diferenciado de Feijóo. “Es una persona a la que dejarías las llaves de tu coche, o de tu casa. Es profesional, tiene sentido del humor y le gusta la política”, apuntó su antecesor para describirle a nivel personal. En el último acto que protagonizaron juntos en Madrid, Feijóo también destacó que Rueda era el candidato que más se parece a Galicia, y le describió como una persona fiable en política.
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Sin embargo, en los últimos tiempos, el expresidente gallego y el actual han estado más distanciados que nunca, y es que era necesario huir de las “tutelas” de Génova, como en alguna ocasión ha hecho entrever el propio presidente de la Xunta.
“Disfrutón”, pero impuntual
Pero, más allá de su vida laboral y política, los más cercanos, incluidos sus compañeros del PP, hacen hincapié en su personalidad: dicen que es una persona de palabra y con sentido del humor. Sus hijas, Marta y Beatriz, reseñan que, aunque da una impresión de persona seria, realmente es gracioso, aunque reconocen que poca gente entiende su humor. “Si lo entiendes es muy gracioso, todo el mundo piensa que es serio”, apuntan en el vídeo difundido por el PP gallego con la intención de acercarle más a la gente, ya que, hasta la fecha, Rueda era bastante desconocido. Eso sí, le sacan un defecto, y no son las únicas: Alfonso Rueda es muy impuntual.
En conversación con Infobae España, la secretaria general del PPdeG, Paula Prado, una de las personas de su máxima confianza, pone en valor su capacidad de trabajo, lo que también agradecen los que viven a diario sus jornadas. “Es una persona que se implica mucho en los temas, le gusta escuchar a todo el mundo”, comenta. También ofrece algunas pinceladas sobre su humor, “tiene un punto, se ríe de muchas cosas, y disfruta de las anécdotas más pequeñas”, señala. De hecho, le describe como “disfrutón”, como una persona que no perdona las cañas después de una jornada de trabajo. “En el sitio donde estemos, paramos: en un bar de carretera, en una taberna…”, asegura.
De hecho, ya es conocido su bar de referencia al que acude cada mañana: se trata del Cañón de Pau, en Pontevedra. Allí desayuna todas las mañanas, es más, su camarero sale en un vídeo de campaña del PP, “es una persona como otro cualquiera”, apunta la persona que le sirve el café a diario.