Muere Ángel Franco Martínez, exárbitro español ‘culpable’ de que los colegiados se conozcan por los dos apellidos

Entre 1969 y 1986, Franco Martínez dirigió los partidos de la categoría reina del fútbol español. Dirigió dos partidos en el Mundial de Argentina en 1978 y fue vicepresidente del CTA

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Ángel Franco Martínez, durante un partido (EPE)
Ángel Franco Martínez, durante un partido (EPE)

Ángel Franco Martínez (Murcia, 1938) fue un árbitro internacional español que arbitró entre 1969 y 1986 los partidos de Primera División de la liga española. Llegó a dirigir dos partidos en el Mundial de Argentina 1978 y ocupó el puesto de vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) hasta 2018. Este sábado, a los 85 años de edad, la Real Federación Española de Fútbol ha anunciado el fallecimiento del excolegiado.

Lo cierto es que Ángel Franco marcó un antes y un después en la denominación de los árbitros españoles, siendo historia del arbitraje. El 13 de septiembre de 1969, cuando se disputaba un Pontevedra - Granada, debutaba el murciano, conocido como ‘Franco’ para los asistentes al partido. Tras dirigir tres temporadas en la Segunda Dvisión, ascendió a la categoría reina del fútbol español. Lo que Franco Martínez desconocía es que, dada su presencia en los terrenos de juego, la denominación arbitral española supondría un antes y un después.

Cuando el murciano dirigía los partidos de fútbol, todavía se vivía en España la dictadura franquista. Los asistentes a los estadios como vía de escape y distracción de la cotidianeidad del día a día. Así, igual que ocurre en la actualidad, lanzaban estudios cuando la decisión arbitral no era de su agrado, pero dada la circunstancia del apellido del murciano, aprovechaban para cargar contra el dictador. Así, se empezó a escuchar en los campos de fútbol insultos como “Franco, fuera” o “Franco, qué malo eres”. Esto obligó a los medios de comunicación, que aprovecharon para colar mensajes como “Franco lo hizo mal” o “Franco estuvo pésimo”, a dirigirse hacia él con los dos apellidos, siendo desde ese momento la denominación extensible a todos los colegiados.

Esto se extendió más allá de los medios de comunicación, dado que las autoridades intervinieron y obligaron a dirigirse a los colegiados con los dos apellidos, evitando que la actividad de Franco Martínez sirviese de gancho para arremeter contra el régimen. Así, el murciano empezó a ser conocido por los dos apellidos, y se fue extendiendo al resto de sus compañeros. Una norma que continúa hasta el día de hoy (Gil Manzano, Mateu Lahoz, Iturralde González, ...).

Franco Martínez enseña una tarjeta en un Espanyol - FC Barcelona de la temporada 1992/1993 (EPE)
Franco Martínez enseña una tarjeta en un Espanyol - FC Barcelona de la temporada 1992/1993 (EPE)

Castigado por el régimen y en el punto de mira de ETA

Al no desaparecer los problemas, Ángel Franco Martínez tenía prohibido dirigir partidos simbólicos como la Copa del Generalísimo (anterior a la Copa del Rey). En esos encuentros, el dictador acudía físicamente, por lo que no se podía correr el riesgo de insulto hacia su persona. Así, el murciano no arbitró finales hasta la transición, que supuso la caída del régimen franquista.

Su apellido desembocó en todavía aún más polémica, más allá del régimen. Su apellido fue motivo de que estuviese en el punto de mira de la banda terrorista ETA. En 1970, se inició el Proceso de Burgos, un juicio, que se inició el 3 de diciembre, y que acusaba a 16 miembros de la banda de asesinar a tres personas. Coincidiendo con este caos, el domingo 13 se celebraba en el Estadio de Atocha un derbi entre la Real Sociedad y el Athletic. Franco Martínez sería el encargado de dirigir el encuentro, pero días antes del partido fue convocado a una reunión en la que se le avisó que fingiese una lesión para no asistir al partido, ya que, había llegado que Franco estaba en el punto de mira de los terroristas. Así, fingió una dolencia que llevó a la RFEF a sustituirlo por Leonardo Soto Montesinos.

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