Los sindicatos piden a la gran banca que “reparta” los 26.000 millones de beneficios obtenidos con sus trabajadores

Los cinco grandes bancos españoles, Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Banco Sabadell y Bankinter, han cerrado uno de los mejores años de su historia con unos beneficios conjuntos en 2023 de más de 26.000 millones de euros, lo que supone un 27% más que el ejercicio anterior. Todos han obtenido récords históricos, a excepción de CaixaBank, a pesar de afrontar el impuesto extraordinario a la banca por el que han pagado más de 1.000 millones de euros.

El catalizador que ha hecho posible estas cifras históricas ha sido el Banco Central Europeo (BCE) y su decisión de subir los tipos de interés hasta colocar el precio del dinero en el 4,5%. Este giro de timón en su política monetaria ha impulsado los márgenes de los bancos al darles la posibilidad de encarecer los préstamos concedidos a sus clientes, entre ellos los hipotecarios, y subir a cuentagotas los intereses a los ahorradores que han colocado su dinero en depósitos.

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Son en estos resultados millonarios en los que se basan los tres sindicatos mayoritarios del sector financiero, UGT, CCOO y FINE, para pedir una subida salarial “justa” en los convenios colectivos que están negociando con las patronales de la banca, el ahorro y las cooperativas de crédito. Argumentan que las propuestas presentadas por las patronales en las últimas mesas de negociación “no son coherentes con los resultados históricos que están teniendo”, afirma Javier de Dios, responsable de Políticas Sectoriales del Sector Financiero de CCOO.

“Hemos vivido unos años en que los márgenes de beneficio de los bancos y de las cajas eran exiguos debido a los bajos tipos de interés y, en esos momentos, los trabajadores nos apretamos el cinturón y abordamos mejoras salariales mínimas. Hemos sido consecuentes con la situación económica de las entidades y ahora es el momento de que ellas sean consecuentes y parte de sus beneficios récord se trasladen a las plantillas”, apunta De Dios.

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Considera que no es coherente que los responsables de los bancos agradezcan en sus comparecencias el esfuerzo realizado por los trabajadores para conseguir esos beneficios y, a la vez, ofrezcan incrementos salariales “exiguos”. Hace referencia a las declaraciones de la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, en las que aseguró que estaba “orgullosa de todo el equipo por estos excelentes resultados”. Estos reconocimientos, en opinión de De Dios, deben traducirse en “subidas sustanciales de salarios por parte de la patronal, porque negarse a ello deja a los bancos en muy mal lugar respecto a su responsabilidad social empresarial hacia sus plantillas”.

Ante el caso omiso a sus peticiones, los tres sindicatos han señalado que no les ha quedado otra opción que “ir a la conflictividad social” y han convocado movilizaciones para este mes y el que viene. En concreto, han convocado un paro parcial de dos horas el 26 de febrero y, en caso de que no se produzcan avances en las negociaciones, harán una huelga de 24 horas el 22 de marzo. También tienen prevista una manifestación en Madrid el próximo 8 de febrero.

Unas movilizaciones que según Javier de Dios, “estamos abiertos a paralizar siempre que las patronales cambien de postura y mejoren su propuesta salarial de forma sustancial y significativa, con una recuperación salarial para el 2024 que podría pivotar en un 8%, como ya ha anunciado Abanca, para 2024, y luego abordar las de 2025 y 2026″.

Por el momento, las patronales de las cooperativas de crédito han presentado una propuesta de incremento salarial del 8%. La del ahorro, CECA, ha ofrecido una subida del 7% en un plazo de cuatro años, con la posibilidad de un alza adicional vinculada a la rentabilidad. Se alinea con la de la patronal de la banca, la AEB, que en su cuarta reunión mantenida en enero, también ofreció a los sindicatos un alza salarial del 7%.

La propuesta dista mucho del planteamiento inicial de los sindicatos, que consiste en una subida de entre el 17% y el 23% en tres años con carácter universal y sin compensación, absorción ni mecanismos similares, que neutralizan las subidas pactadas en convenio y las incluyen en pluses y bonificaciones. Una propuesta “razonable que pueden asumir viendo sus resultados”, señala el sindicalista de CCOO.

Respecto a las cifras conseguidas por la banca el año pasado, Banco Santander ha liderado las ganancias al conseguir récord de beneficios tras alcanzar los 11.076 millones de euros, un 15,3 % más respecto al año anterior, debido al incremento de sus ingresos en Europa.

La entidad presidida por Ana Botín obtuvo unos ingresos totales -margen bruto- de 57.423 millones de euros, un 10,2% más que el año anterior. Estas cifras, que superaron las expectativas de los analistas, pueden incrementarse este año, según Botín, hasta alcanzar los 12.000 millones de euros.

Otro banco que superó las previsiones de los mercados fue BBVA, al conseguir un beneficio de más de 8.000 millones por primera vez en su historia, en concreto, alcanzó los 8.019 millones, un 26,1% más interanual.

La medalla de bronce en beneficios se la colocó CaixaBank, que, al contrario de los otros cuatro grandes, no firmó récords. Eso sí, ganó 4.816 millones de euros, un 53,9% más que en 2022. Mientras que Sabadell sí firmó beneficios históricos al alcanzar los 1.332 millones, lo que supuso un 55,1% más, impulsado, principalmente, por los resultados de su filial británica, TSB.

Por su parte, María Dolores Dancausa se despide por la puerta grande de su cargo como consejera delegada de Bankinter para ocupar la presidencia no ejecutiva de la entidad, tras conseguir cerrar 2023 con beneficios históricos de 845 millones de euros, un 51% más que en 2022.