Eden Hazard inició su carrera en el Lille. Su talento pronto destacó y le permitió jugar en el Chelsea, hasta que pudo cumplir su sueño de jugar en el Real Madrid, un acuerdo que se conoce como uno de los más costosos de la historia. Sin embargo, su estancia en la capital estuvo marcada por las lesiones, por lo que no pudo alcanzar el nivel de rendimiento que mostró en el club inglés.
En junio de 2023, y con todavía un año de contrato en vigor, el belga y el club blanco llegaron a un acuerdo para rescindir la relación contractual. Recibió ofertas de Estados Unidos y Bélgica, pero Hazard decidió colgar las botas. Meses después, ha concedido una entrevista a L’Equipe, en la que el exfutbolista ha hecho un recorrido al detalle de su carrera como deportista de élite, la cual tenía claro de que no quería que fuese como la de Cristiano Ronaldo: “No habría sido yo. Después de un entrenamiento, sumergirme durante una hora en el baño frío, no. Déjame en paz, con mis amigos, vamos a casa, jugamos a las cartas, tomamos una cerveza. Juego durante dos horas con mis hijos en el jardín. Fue mi recuperación. Si hubiera sido como Cristiano, ese es el ejemplo de buen futbolista, hay otros, me habría quemado. No iba al gimnasio cada tres días, no hacía tres horas de fisioterapia para recuperarme”.
Su paso por el Real Madrid y la liga española
El belga relataba para el periódico francés que jugar en el Real Madrid siempre había sido su sueño: “Desde pequeño he sido fan de Zidane. Estaba Zidane, así que me encantaba el Real Madrid. El Bernabéu, la camiseta blanca... tiene un encanto que los demás no tienen. El Real Madrid es especial”. Sin embargo, es consciente de que el club no le convenía a su perfil como jugador, aunque no podía retirarse sin haber portado la camiseta blanca: “No soy yo. Es el club que es un poco fanfarrón, y yo no soy así. Incluso la forma de jugar no me gustaba, si la comparas con otros clubes. Pero era mi sueño. No podía terminar mi carrera sin venir aquí”. Aunque asegura que el sentimiento de competencia del club blanco, que pelea por todos los títulos que disputa, es lo que “demuestra que el Madrid es más grande que cualquiera otra cosa”.
Cierto es que el paso de Hazard por la capital estuvo señalada por las continuas lesiones que tuvo que afrontar y que lo obligaron a no disputar la cantidad de minutos que hubiese deseado. “Tuve las lesiones equivocadas en los momentos equivocados. La operación, la placa, el encierro. Vuelvo, me duele, me fuerzo. En la segunda temporada, me tiraba pedos por todas partes. Llega Ancelotti. Buena preparación, juego bien. Pero mi cuerpo, el dolor, las lesiones, ...”, relata el calvario que vivió físicamente.
“Perdí mi sitio, luego mi confianza, luego mis ganas. Pasé de ser duro contra tipos que me arrancaban la rodilla a levantarme de la cama, lesionado. Me hubiera gustado entender por qué, pero no podía. La gente lucha cada día, y no tengo derecho a quejarme, ni siquiera cuando no jugaba, ni siquiera cuando estaba lesionado, diciendo ‘la vida es una mierda’. Yo no podía hacer eso. Me dolía, pero, por otro lado... Al final, usé eso como excusa, ‘me duele, no puedo hacerlo’. No estaba deprimido, pero ya no tenía ganas. Simplemente, no tenía ni la energía ni la fuerza. El placer era mi camino, mi dirección. No tenía sentido, se había acabado”, recorre al detalle su experiencia en la capital.
Ante su paso fallido por el Real Madrid, Eden Hazard aprovecha para disculparse con la afición blanca, quienes pusieron altas expectativas en él tras su llegada: “Me sentí triste por los aficionados del Real y decepcionado por ellos. Cuando llegué, estaban llenos de esperanza. Me siento un poco como si les hubiera defraudado. Tengo ganas de decirles: ‘Eh, no es culpa mía, mi cuerpo me ha fallado. Lo intenté, pero no funcionó. Lo siento’”.
“En España son malos, es más cruel”
Hazard conoce de primera mano cómo son las cosas en la Ligue 1, en la Premier y en La Liga. Así, lanza su opinión sobre cada una de las competiciones, en las que sin duda, la española sale peor parada: “En la Premier no estaba mal, respetaban el juego y no te hacían entradas muy duras, pero en España son malos, es más cruel. Te pisan un poco, ‘no lo hice a propósito’. En Francia estaba Souleymane Diawara. Daba miedo. Lo volví a ver con Variétés, es simpático. Pero en el terreno daba miedo”.
Algo tiene que ver esta visión, con que su peor etapa como profesional coincide con los meses en los que no jugaba con la camiseta blanca: “Buen estrés, ligado al partido, a la emoción, pero no por la responsabilidad. De hecho, estuve más estresado hacia el final, cuando jugaba menos. Tenía que jugar, tenía que demostrar. No sé si fue estrés. Pero podría decirme ‘adelante, que no estoy bien, sabes qué, no me des la pelota’. En el Real tuve la impresión de que lo iba a perder antes de tenerlo”.
Acusado de sobrepeso
Una de las quejas más comunes que recibía el futbolista era el no estar en el peso que le correspondía. Ante esto, asegura que “no le prestaba atención”, aunque reconoce que “no iba al McDonald’s todos los días”. “No le di importancia ninguna. Me gusta comer, con amigos y tomarnos una copa. Me paso el día antes de un partido, comienzo en casa. La dietética apesta, es inútil. Bueno, está bien si quieres jugar hasta los 40. Sabía que ese no sería mi caso”.