El emprendimiento no tiene límites. London Delivery ha aterrizado en Lugo (Galicia) como la primera compañía dedicada a la venta y distribución de bebidas alcohólicas a domicilio. Los promotores de esta empresa compran los productos al por menor y los entregan al por menor. El reparto se realiza en bicicleta eléctrica y los usuarios no tienen que pagar tasas ni realizar “pedido mínimo”, como sí ocurre en Glovo, Uber Eats y otros gigantes del sector. La apuesta ha causado furor en las redes, fundamentalmente porque los vecinos de la cuarta provincia gallega pueden pedir desde el sofá de su casa una copa en cualquier momento del día. Los usuarios no han tardado en buscarle mote al proyecto: telecubata.
“Trabajamos de manera cercana, asegurando que nuestra oferta siempre sea competitiva, innovadora y con la mejor calidad”, explica la empresa en su página web. London Delivery tiene varios canales de comunicación, por los que su plantilla responde casi al instante: WhatsApp, Instagram, correo electrónico y sitio web. La compañía tampoco aplica sobrecostes ni exige pedidos mínimos y destaca del servicio la “rapidez” y la “atención personalizada”. Los clientes pueden pedir combinados de distinto tamaño, refrescos y bebidas energéticas.
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“Nuestro objetivo es añadir valor diferencial y ofrecer un servicio con precios diferentes”, detallan los emprendedores. Las tarifas no han pasado para nada desapercibidas. London Delivery te lleva a casa un roncola por 5,00 euros. El precio de la botella de licor café, típico en Galicia, no supera los 9 euros. La botella de ginebra con un refresco de limón de medio litro cuesta 18,99 euros, mientras que el pack de Jagger y Red Bull asciende hasta los 19,49 euros. El precio no es el mismo que en los supermercados, pero los clientes, muchas veces, están dispuestos a pagar lo que sea por recibir su bebida favorita en la puerta de casa.
Reparto de ‘snacks’ para acompañar la bebida
La empresa también ha decidido incorporar los snacks al servicio después de observar que había una clara demanda. Los pedidos se pueden realizar tanto por WhatsApp, como por Instagram y desde la página web de la compañía. “Contamos con personal de confianza y atención personalizada para cada uno de nuestros clientes”, exponen los promotores de la firma. La entrega se realiza en bicicleta eléctrica, como vienen haciendo desde hace años Glovo, Uber Eats y otros grupos líderes en el reparto a domicilio.
Los repartidores suelen pedir el carnet antes de hacer la entrega, para confirmar que los clientes tienen más de 18 años. Los pagos se pueden realizar mediante tarjeta de crédito, PayPal, Apple Pay o cualquier otro medio. London Delivery asegura que los clientes son normalmente parejas y grupos de amigos que se reúnen en casa para tomar algo. La acogida en Lugo ha sido bastante positiva y la empresa no descarta ampliar sus servicios y asumir otros tipos de reparto a domicilio, como el de la compra. Los vecinos, de momento, pueden seguir pidiendo el roncola desde el sofá de su casa.