No es la amnistía, es la sequía: Cataluña declara la emergencia por falta de agua en Barcelona y 202 municipios

La situación límite que atraviesa Cataluña hace oficial unas restricciones aún mayores al uso del agua que entrarán en vigor el viernes: así queda por municipios

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Vista del pantano de Sau, a 22 de enero de 2024, en Barcelona, Catalunya (España).
Vista del pantano de Sau, a 22 de enero de 2024, en Barcelona, Catalunya (España).

Se cumplen los presagios anunciados hace meses. Ante la falta de agua, la escasez de lluvias y el decreciente nivel de las reservas hídricas, la Generalitat de Cataluña ha declarado la emergencia por sequía y habilita un plan de restricciones que afecta a seis millones de personas y a 202 municipios, entre los que se encuentra la ciudad de Barcelona. La falta de lluvias y la escasez de agua obligan a un control del gasto de las reservas hídricas para combatir la sequía, que también ha llegado a Andalucía.

El president de Cataluña, Pere Aragonès, ha sido rotundo en rueda de prensa: “La crisis climática nos está poniendo a prueba. Serán necesarios esfuerzos complementarios. Es máxima prioridad hacer frente a la sequía y tenemos planes como aumentar la producción de agua con saladoras”.

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El anuncio se hará oficial el viernes y gran parte de Cataluña adoptará medidas especiales para combatir la falta de agua. Cuando los embalses reducen su capacidad a menos del 16% de la reserva de agua, es el momento de activar los planes especiales. Antes de actualizar los estados de los municipios, hay 36 en emergencia, 202 en preemergencia y 297 en excepcionalidad. Los embalses del sistema Ter-Llobregat han visto caer sus reservas por debajo del 16% y eso activa de forma automática un estado de crisis.

Aragonès pide un esfuerzo complementario para afrontar la sequía.

“No nos habíamos enfrentado nunca una sequía tan larga desde que existen mediciones de lluvia. Arrastramos tres años en los que no llueve como el país necesita”, ha dicho el president de la Generalitat durante la rueda de prensa.

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Los planes reconocen tres fases de emergencia y cada una de ellas trae un tipo de limitación de litros por persona para actividades económicas. Las actuales políticas no suponen cortes al “agua de boca”, como se conoce técnicamente a las reservas hídricas que se beben. La emergencia I limita el uso a 200 litros por persona y día; la emergencia II a 180 y la Emergencia III a 160. Barcelona y estos municipios, fundamentalmente de Girona, activarán la primera fase y por ahora el límite será el mínimo, aunque se prevé que la ciudad acabe por reducir aún más su consumo máximo. Para consultar la situación concreta de cada municipio, la Generalitat ha establecido una web en la que poder consultar los datos.

Dónde son las limitaciones de agua

El uso del agua trae consigo varias limitaciones: supresión del riego agrícola en un 80%; reducción del uso del agua para usos ganaderos del 50%; reducción del 25% de los consumos de agua de usuarios industriales; reducción del consumo de agua en los usos recreativos (25% en usos asimilables a urbanos); las administraciones locales, a través de sus planes de emergencia, pueden establecer limitaciones adicionales al uso del agua en instalaciones deportivas, públicas/privadas y en espacios lúdicos; los usuarios no doméstico aplicarán las medidas previstas en los planes de ahorro municipales/sectoriales; y la supresión total del riego para usos privados y/o recreativos.

En cuanto al llenado de piscinas, podrán hacerlo los gimnasios y clubes deportivos con piscinas cubiertas inscritas en el censo de equipamientos deportivos de la Generalitat, y también las descubiertas todo el año para el deporte federado, con limitaciones: en el estado 1 deberán compensar con el cierre parcial de duchas; en el 2 si se mantiene abierta la piscina se deben cerrar las duchas; y en el 3 se tendrán que cerrar las duchas, haya o no piscina. El deporte federado que necesite riego, como el fútbol, en la fase 1 podrá regar los campos, pero deberán compensar el gasto de agua con las duchas; en la 2 si quieren regar deberán cerrar duchas; y en la 3 se tienen que cerrar las duchas obligatoriamente; se prevé que los campings, hoteles y comunidades de vecinos no puedan llenar sus piscinas en estado de emergencia.

Vista del pantano de Sau, a 22 de enero de 2024, en Barcelona, Catalunya (España).
Vista del pantano de Sau, a 22 de enero de 2024, en Barcelona, Catalunya (España).

El Plan de Sequía también prevé que en estado de emergencia 1 y 2 se puedan regar jardines botánicos y árboles y plantas para su supervivencia, pero con agua regenerada o freática, siempre y cuando sea para preservar refugios climáticos; y se prohíbe el llenado competo o parcial de lagos artificiales o fuentes ornamentales, excepto las balsas que sirvan para la “recuperación de especies autóctonas o en riesgo” y haciéndolo con agua regenerada o freática. También se prohíbe la limpieza de cualquier tipo de vehículo, excepto si se hace en negocios de limpieza de vehículos con sistema de recirculación del agua; el uso de duchas o instalaciones de limpieza de pies en las playas; y actividades como pistas de hielo temporales o fiestas de espuma y similares.

Estado de los embalses en Cataluña

Las reservas actuales de los embalses atraviesan momentos dramáticos. El embalse de Sau, en Barcelona, está al 4.24%, mientras que su media histórica en estas fechas durante la última década es del 63.39%. La media de las reservas de agua de la provincia barcelonesa, actualmente, está en el 10%, cuando debería estar en torno al 66%. Algo similar ocurre en el embalse de Boadella, con su capacidad total al 11.48%, más de 50 puntos por debajo de su media histórica. La situación hace inevitable tomar medidas.

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