Richard Gasquet ha vuelto a quedar apeado de un torneo a manos de un tenista español por segunda vez en apenas dos semanas. Casualmente, sus verdugos se conocen muy bien y son compañeros de generación. El pasado 16 de enero, en primera ronda del Abierto de Australia, Carlos Alcaraz, número dos del mundo, acabó con el francés (7-6 [5], 6-1, 6-2). Este martes 30, en idéntica jornada pero del ATP 250 de Montpellier, Pablo Llamas, 156 del ranking y unos meses mayor que el murciano (octubre de 2002: 21 años), ha sido quien le ha eliminado (7-6 [6], 7-5).
¡Qué victoria!😱@pablotenis_02 supera a Richard Gasquet en la 1ª ronda del #ATP250 de Montpellier en dos sets. ¡VAMOS! 💪🏻
— Tenis España (@RFETenis) January 30, 2024
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El jerezano acaba de conseguir la que bien puede ser la victoria más importante de su carrera hasta la fecha. En el que sólo es su segundo torneo en el circuito masculino, tras Lyon 2023, Llamas pudo sobreponerse tanto a llegar a ir por detrás en la muerte súbita que decidió la primera manga como al público galo, claramente en contra. Se trata del primer triunfo en pista dura de su trayectoria, con todo un Top 10 como Holger Rune esperándole en octavos de final.
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“‘Pablo, respira y juega puntos largos, no regales pelotas’. A partir de ahí, fue bien para mí y estoy muy feliz”, afirmó Llamas, en declaraciones recogidas por la ATP. Completo desconocido para el aficionado medio, quienes sí están más pendientes del día a día tenístico confían en que estemos ante la temporada de su gran salto adelante. Pudo deshacerse de Gasquet clasificándose para el cuadro final desde la previa, que disputó en Australia.
En la tierra batida de Lyon, el pasado mayo y en otro evento 250, Llamas batió al australiano Max Purcell (6-4, 6-7 [6], 6-1) en el debut antes de caer en octavos con otro jugador entonces entre los diez primeros, Félix Auger-Aliassime (7-5, 6-2). Al igual que en esta ocasión, venía de la previa. Puede que al fin haya llegado el momento de verle más regularmente en los torneos de entidad, tras unas temporadas en las que ha pasado desapercibido entre eventos ITF y Challenger.
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Ganó la Copa Davis júnior con Alcaraz
Con un puesto 131 a nivel mundial como techo, Llamas cada vez acecha más el Top 100. Se inició en el deporte de la raqueta a los cuatro o cinco años, seguramente inspirado por su hermano mayor, que jugaba. Llegó a formar parte de la academia de David Ferrer entre los 15 y los 19, cuando eligió Sevilla como cuartel general: Agustín Boje y Juan José Leal son sus entrenadores. En su primer año júnior, 2018, conquistó la Orange Bowl y la Copa Davis, compartiendo equipo nacional con un Alcaraz con el que mantiene una gran relación a día de hoy.
La pandemia no le benefició demasiado, ya que se le perdió la pista y vio cómo sus ganas de jugar mermaban. Pero la confianza volvió a partir de su traslado a tierras sevillanas, haciéndose fuerte poco a poco y protagonizando un 2023 realmente esperanzador: la primera ronda superada en Lyon, la previa de Wimbledon, el título en el Challenger de Segovia… El propio Llamas fue rotundo en una entrevista para AS: “Este es el primer año de mi vida que no he perdido dinero jugando al tenis”.
Con las ayudas federativas como gran sustento económico, el joven dejó una descripción fidedigna de sus habilidades en la conversación que mantuvo con el periódico deportivo español: “Soy un tenista que puede jugar de todas las maneras, diría yo, dependiendo de la calidad del que tenga enfrente. Si le molesta que me vaya para la red, me voy para la red. Si le molesta que la haga dejada, la hago dejada. Si le molesta que los puntos sean largos, me puedo tirar de fondo haciendo intercambios largos. Mi estilo no es muy agresivo. Soy más de construir los puntos, de ser sólido, pero también si a un jugador de fondo no le gano, puedo hacerte dejadas y cambiar mucho la forma de jugar durante el partido. Para mí, eso es un punto fuerte que yo construyo”.
A Pablo Llamas le toca ahora optar a dar la campanada contra Rune. Un número siete del que no se sabe muy bien qué esperar en estos momentos, recién desvinculado en la parte técnica de un Severin Luthi que acababa de empezar a trabajar con él (diciembre). “Iré a full, le conozco muy bien porque crecí con él en júniors y será una experiencia muy bonita para mí”, asegura el de Jerez. Un ídolo de Roger Federer que seguirá intentando escalar posiciones en 2024.