El pasado mercado de fichajes fue caliente en Can Barça. Otra vez, y ya van dos veranos consecutivos, estuvo marcado por las palancas que el club azulgrana afrontó para poder fichar e inscribir jugadores. La última de ellas fue activada por Joan Laporta y, al igual que las anteriores, estuvo basada en la venta de patrimonio del club para conseguir dinero de forma inmediata. El club azulgrana sacó 120 millones por la reventa de parte de la división audiovisual del club, Barça Studios, a dos fondos de inversión que adquirieron en propiedad el 29,5% de Barça Vision.
Los dos últimos veranos reflejan la peligrosa tendencia llevada a cabo durante la última década, en la que el Barcelona se ha convertido en el club del mundo con peor balance de fichajes. Ninguno le supera. Su déficit asciende hasta los 631 millones de euros le convierten en el único equipo español integrante del top-10. Las ventas de Phillipe Coutinho, Ousmane Dembelé y Antoine Griezmann son algunas de las mayores pérdidas del cuadro blaugrana. El Barcelona gastó 392 millones de euros por los tres futbolistas mencionados, y solamente recuperó 90 por ellos.
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El mayor déficit en fichajes del mundo
El caso de Coutinho fue el que menos dinero les hizo recuperar. El club catalán aceptó la oferta de 20 millones procedente del Aston Villa cuando su amortización anual rondaba los 30 debido a que costó 120 millones más 40 en variables y firmó por cinco temporadas y media. A nivel de caja, los 20 millones fueron una entrada directa. A la mayoría de jugadores tuvo que malvenderlos para quitarse de encima sus elevadas fichas.
El Observatorio de Fútbol CIES ha elaborado un ranking de clubes de todo el planeta que refleja gastado e ingresado en materia de fichajes y traspasos en la última década. El Barcelona encabeza la lista con 631 millones de euros. Le sigue el Chelsea con 483; Arsenal 436; PSG 410 y Manchester United cuyo déficit es de 328 millones de euros. La situación económica refleja la dura realidad de un equipo cuya época histórica en la que más dinero ha gastado está coincidiendo con la que menos éxitos deportivos cosecha.
120 millones de euros en juego
El descalabro de San Mamés, traducido en eliminación copera, y la dura derrota ante el Villarreal traducido en dimisión de Xavi, dibujan un panorama deportivo y económico con tintes catastróficos. Tirada virtualmente la Liga en el mes de enero, el Barça está obligado a girar sus objetivos hacia unos mínimos que no le dan ninguna gloria deportiva, pero que de no alcanzar tendría efectos devastadores en el plano económico. Al quedar apeado de la final de Copa, los de Xavi ya sólo tienen una vía para acudir a la Supercopa de Arabia -torneo que cita a los campeones y subcampeones del torneo del K.O. y el campeonato doméstico- y reparte cuantiosos bonus por participar y ganar. Deberá ganar o ser subcampeón de LaLiga para competir en Riad y poder llenar sus mermadas arcas económicas con seis millones de euros, cantidad que percibió durante su última participación hace poco más de dos semanas. Podría ascender hasta los ocho en caso de llevarse el torneo.
La Champions, vital para el futuro económico del club. Como norma general, el Barça presupuesta cada año su presencia en cuartos de final de la Champions League. Eso incluye su participación en la fase de grupos -por la que este año la UEFA pagaba 15,7 millones de euros- y que el curso 2024-25, con el nuevo formato, se jugarán ocho partidos que, potencialmente, pueden suponer casi 25 millones de euros. La clasificación para octavos de final se paga este año a 9,6 millones; y, para cuartos, a 10,6 millones. Unos 60 millones de euros que no se podrán incluir en el presupuesto de la próxima temporada en el caso de quedar fuera de los cuatro primeros. Por ello, la eliminatoria ante el Nápoles es el salvavidas azulgrana.
El Mundial de Clubes, un oasis prácticamente inalcanzable
En el aire está otro ingreso más anónimo, pero no menos jugoso -50 millones de euros por participar y casi 100 para el ganador- que otorga el novedoso Mundial de Clubes 2025. El Barcelona no tiene asegurada su plaza y seguramente no lo consiga. Para ello debe superar en el ránking de Champions a un Atlético Madrid que le aventaja en siete puntos cuando tan sólo restan 17 por disputarse.
Se conceden dos puntos por victoria, uno por empate, y uno por cada ronda que se avance en los partidos que quedan. Los cuatro puntos que el Barça perdió al caer con Shakhtar y Amberes costaron caro a los azulgranas. Sus jugadores necesitan sumar ocho puntos más que el Atlético en lo que queda de temporada. Ello implica, prácticamente, avanzar dos rondas más que los colchoneros. Y no sólo pasar, también hacerlo con victorias en cada partido.