En una era donde la digitalización ha copado todos los aspectos de la vida, incluso una cara menos agradable, la delincuencia; la tecnología se ha convertido en un arma para muchos estafadores que planean sus golpes a través de diferentes plataformas en red. Una de las modalidades más conocidas y temidas es la del “hijo en apuros”, un fraude donde se simula una situación de emergencia para solicitar dinero a través de mensajes de texto, aprovechando la angustia y preocupación parental. Pese a las múltiples advertencias de las autoridades y la divulgación de este tipo de engaños, aún hay quienes caen en la trampa, siendo los adultos mayores los más vulnerables ante estas tácticas.
Sin embargo, el escritor Juan Gómez-Jurado, conocido por su agudeza e ingenio, recientemente dio una lección sobre cómo enfrentarse a estos intentos de fraude con creatividad y humor. A través de una publicación en la red social X, antes conocida como Twitter, compartió su experiencia al recibir un intento de estafa bajo la modalidad de “hijo en apuros”. El hecho se desencadenó con un mensaje de WhatsApp, donde el estafador se hacía pasar por el hijo del escritor, alegando haber tenido un accidente y necesitar urgentemente 100 euros para pagar un taxi y devolver un préstamo hecho por un amigo. La petición especificaba un envío de dinero por Bizum a un número proporcionado.
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Ante esta solicitud, Gómez-Jurado, lejos de ceder, optó por emplear su astucia para abordar la situación y solicitó a “su hijo” que le dijera la contraseña, una medida de seguridad ficticia que habría sido previamente acordada para tales circunstancias. La confusión del estafador le brindó al escritor la oportunidad de elevar la apuesta, sugiriendo como pista la identificación del mejor ayudante de Batman, un desafío que mezclaba comicidad con conocimiento específico del mundo del cómic.
La interacción culminó cuando el timador, intentando seguir el juego, eligió a Dick Grayson como su respuesta, a lo que Gómez-Jurado replicó que el mejor Robin era, en su opinión, Tim Drake, declarando así su certeza de que el interlocutor no era su hijo por ofrecer una respuesta “tan heterobásica”.
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Una respuesta viral
Lo que podría haberse quedado en una anécdota más sobre estafas digitales, se convirtió en un fenómeno viral, acumulando más de 12,000 “me gusta” en la red social. El escritor aprovechó la oportunidad no solo para mostrar su capacidad de reacción ante intentos de engaño, sino también para ofrecer una lección sobre la importancia de establecer medidas de seguridad personales que permitan verificar la identidad de quien solicita ayuda de manera urgente.
Gómez-Jurado transformó este intento de estafa en una plataforma para el debate y reflexión sobre cómo protegernos y proteger a nuestros seres queridos en el mundo digital. La publicación desató un torbellino de reacciones, comentarios y discusiones, no solo sobre estrategias antifraude, sino curiosamente sobre el universo de Batman, demostrando cómo el humor y la cultura pop pueden convertirse en herramientas educativas.
Este incidente resalta dos verdades innegables de nuestra era digital: la primera es que, a pesar de las advertencias y la información disponible, las estafas adaptan y refinan sus estrategias para seguir engañando a incautos. La segunda, tal vez más reconfortante, es que el ingenio, la creatividad y un buen sentido del humor pueden ser aliados poderosos para enfrentar y desactivar intentos de fraude, convirtiendo una situación potencialmente negativa en una oportunidad para educar y entretener. La experiencia de Gómez-Jurado sirve como un recordatorio oportuno de la necesidad de mantenerse vigilantes y preparados ante los peligros del ciberespacio, fomentando una actitud proactiva y crítica que nos permita navegar por el mundo digital de manera segura y consciente.