Una de las ventajas de pertenecer a la Unión Europea es la tarjeta sanitaria europea (TSE), un documento que permite a los ciudadanos europeos recibir atención médica durante su estancia en uno de los Estados miembro. No cubrirá todos los gastos que incurramos, pero sí garantiza una asistencia siempre que resulte necesaria desde el punto de vista médico.
La tarjeta sanitaria europea tiene una duración determinada, así que es conveniente renovarla cada cierto tiempo o solicitarla con antelación cuando organizamos un viaje dentro de las fronteras del Espacio Económico Europeo. En total, valdrá para los 27 países miembros de la UE, Islandia, Liechtenstein, Noruega, Suiza y el Reino Unido.
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Cómo funciona la tarjeta sanitaria europea
La tarjeta sanitaria cubre una gran variedad de servicios médicos, incluidas las dispensas en relación con enfermedades crónicas o ya existentes, así como las relacionadas con un embarazo y un parto. Hay que resaltar que la TSE no es una alternativa a un seguro de viaje, pues no servirá para acceder a la sanidad privada ni acarreará con costes como el vuelo de regreso o la pérdida de pertenencias. Tampoco cubrirá los gastos si el único motivo del viaje es recibir tratamiento médico.
Dependiendo de en qué país nos encontremos, el funcionamiento de la tarjeta será diferente. Por norma general, seremos atendidos en las mismas condiciones y al mismo coste que las personas aseguradas en el lugar en que nos encontremos, por lo que el servicio puede ser gratuito o no.
Por ejemplo, en Francia, país europeo preferido por los españoles en el año 2023, existe un sistema de copago. Allí, la TSE servirá para acudir a médicos afiliados a la sanidad pública (médecin conventionnée). En este caso, el paciente deberá pagar al médico directamente, pero el sanitario rellenará después un formulario de atención médica que posibilitará solicitar el reembolso de los gastos. En los hospitales, el paciente deberá correr con los gastos médicos y una cuota diaria en caso de pernoctación (20 euros diarios) más suplementos, unos gastos que no son reembolsables.
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En Portugal, segundo país más visitado por los españoles, la atención sanitaria sí suele ser gratuita. Siempre que seamos remitidos al hospital por una unidad de atención primaria, no incurriremos en gastos por nuestro tratamiento. Están exentos de pago los menores de hasta 18 años y las embarazadas, además de otras excepciones. Además, el Estado también cubre parte de los costes de algunos medicamentos.
Como la situación en cada país varía, es recomendable consultar el funcionamiento en aquel al que nos vayamos a dirigir.
Cómo solicitar la TSE desde España
La tarjeta sanitaria europea se expide en los organismos nacionales de seguro de enfermedad. En España, los trámites se realizan a través de la Sede Electrónica de la Seguridad Social o el portal Tu Seguridad Social. Para ello, habrá que identificarse mediante el certificado electrónico, cl@ve o vía SMS si tu móvil está dentro de la base de datos de la Seguridad Social. El trámite podrá realizarlo el interesado como un representante o apoderado. En caso de no tener certificado digital, puedes solicitar la TSE a través de un formulario que proporciona la página web de la Seguridad Social.
Sin importar la forma de solicitud, la tarjeta se enviará directamente al domicilio en un plazo máximo de cinco días.