Vox no logra controlar los golpes internos y asume la pérdida de Baleares: “Tienen todo ganado”

Si los diputados díscolos de Vox se van al grupo mixto, la extrema derecha tendría que esperar a las elecciones de 2027 para recuperar su fuerza en Baleares

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El presidente de Vox, Santiago Abascal con los vicepresidentes autonómicos de Comunidad Valenciana, Castilla y León, Murcia y Aragón, así como con representantes de los gobiernos de Extremadura y Baleares (A. Pérez Meca / Europa Press)
El presidente de Vox, Santiago Abascal con los vicepresidentes autonómicos de Comunidad Valenciana, Castilla y León, Murcia y Aragón, así como con representantes de los gobiernos de Extremadura y Baleares (A. Pérez Meca / Europa Press)

Han pasado siete meses desde que Vox dio su brazo a torcer con el Partido Popular en Baleares. La extrema derecha no lo hizo en ningún otro Ejecutivo autonómico donde la derecha tenía posibilidades, solo en Baleares. Santiago Abascal y Alberto Núñez Feijóo llegaron a un acuerdo para que el PP gobernase en solitario con Marga Prohens a la cabeza. A cambio, los populares firmaron un acuerdo programático de 110 puntos de aproximación ideológica a Vox, le cedieron la Presidencia del Parlamento, y le abrieron las puertas a los gobiernos insulares de Mallorca y Menorca.

Este acuerdo, en el que la extrema derecha tiene un papel externo en el Ejecutivo autonómico, es el único pactado entre ambos partidos de derechas que no contemplaba una coalición. Se trata de un detalle que ahora ha expulsado ‘de facto’ a Vox de la política balear, ya que también se han quedado sin representación en el Parlamento. Y es que de los 8 diputados autonómicos que tenía Vox, ya solo quedan cinco y todos ellos díscolos con la Dirección Nacional de Santiago Abascal. De esta forma, la crisis de Vox en Baleares que se evidenció con la salida de Francisco Cordona en 2023 por desavenencias con Madrid, dejando al grupo con 7 diputados, ahora se materializa con la expulsión de Le Senne y Patricia de las Heras, aunque por la razón contraria: afinidad con la Dirección Nacional.

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Ahora una serie de nombres discordantes con la cúpula de Abascal conformarán la extrema derecha en en Parlamento de Baleares: Idoia Ribas, Sergio Rodríguez, María José Verdú, Agustín Buades y Manuela Cañadas. Estos cinco diputados, que fueron por las listas de Vox el 28-M, ya no quieren tener nada que ver con la sede de Bambú. Hace ya tiempo que las cosas cambiaron con la Dirección, hasta llegar al punto en el que están hoy: ya no le deben nada, ni siquiera el porcentaje de su sueldo que iba a las arcas del partido.

 El presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne, tras una rueda de prensa, a 29 de enero de 2025, en Palma de Mallorca (Isaac Buj - Europa Press)
El presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne, tras una rueda de prensa, a 29 de enero de 2025, en Palma de Mallorca (Isaac Buj - Europa Press)

Fuentes del partido confirman a Infobae España que, efectivamente, no pueden hacer nada para evitar que las actas de los diputados autonómicos sigan en propiedad de los que deciden irse del partido, lo que les otorga esa “capacidad de decisión” para manejarlo desde dentro si logran una mayoría suficiente de díscolos. “Al ser cinco frente a dos, tienen todo ganado”, apunta una voz autorizada del partido, que lamenta que los pactos de Gobierno, como el que tiene Vox con el PP en Baleares, no afecte al funcionamiento interno de los grupos parlamentarios.

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Por ello, y solo dos días después de que Santiago Abascal haya sido reelegido presidente de Vox, la formación de Vox en Baleares ha saltado por los aires, y los diputados enfrentados con la sede de Bambú han estallado expulsando a la única representación de la misma que había en la autonomía balear: nada más y nada menos que al presidente de la Cámara, Gabriel Le Senne, y a la presidenta del partido en las islas, Patricia de las Heras.

Espantada territorial

Por mucho que trabajen en la bunkerización, no podrán evitar situaciones como esta, que se extendería a otras autonomías si una mayoría de diputados autonómicos se une frente a los cercanos a la Dirección Nacional. De hecho, muchas miradas se posan la siguiente casilla, que podría ser Madrid. Allí son una decena de diputados en una Cámara donde el PP tiene mayoría absoluta y, pese al adiós de Iván Espinosa de los Monteros hace ya un año, Rocío Monasterio resiste, aunque en una situación de bastante incómoda con Bambú.

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Al igual que los cinco parlamentarios de Baleares, Monasterio tampoco asistió a la reelección de Santiago Abascal este sábado, y es que hace pocos días que su mano derecha, José Luis Bartolomé, decidió dejar el partido y la política. Todo ello después de conocerse que Monasterio no figuraba en la lista de nombres que compone la nueva cúpula de Vox. Sin embargo, en la misma sí estaba otro aspirante a díscolo, Javier Ortega-Smith, de quien no se descartaba su postulado contra Santiago Abascal para disputarle la Presidencia de Vox, lo que finalmente se desechó con la sorpresa de su integración en el núcleo duro del partido. Pero no fue el caso de Monasterio.

La candidata de Vox a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio (Jesús Hellín - Europa Press)
La candidata de Vox a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio (Jesús Hellín - Europa Press)

Desde Bambú reconocen que tienen problemas con el funcionamiento parlamentario en las comunidades autónomas, “lo que debería ser lógico, no lo es”, sostienen fuentes del partido. Se refieren a lo que ha ocurrido en Baleares con las actas, ya que aunque la Dirección del partido expulse del mismo a los diputados de su formación en ese parlamento autonómico, estos conservan las actas, por lo que pasarían a integrarse en el grupo mixto sin perder su condición de diputados. También han logrado echar al presidente de la Cámara, que era de su formación, gracias a que el artículo 24 del reglamento contempla que los diputados que dejen de pertenecer a su grupo perderán este cargo institucional.

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Reminiscencias de Murcia

La única estructura que les queda es a nivel orgánico, ya que una de las expulsadas de la formación por ser afín a Bambú, Patricia de las Heras, es presidenta provincial del partido, que ahora mismo se ha quedado solo con el chasis. Desde Vox esperan remontar basándose en lo que les pasó en Murcia, donde en el año 2022 también se quedaron con un número insuficiente de diputados como para tener grupo y la financiación correspondiente por el mismo.

El presidente de Vox Murcia, José Ángel Antelo, durante la sesión constitutiva de la Asamblea Regional de Murcia (Martín C.  / Europa Press)
El presidente de Vox Murcia, José Ángel Antelo, durante la sesión constitutiva de la Asamblea Regional de Murcia (Martín C. / Europa Press)

Sin embargo, tras las elecciones del 28 de mayo de 2023, Vox logró los votos y parlamentarios suficientes (9) como para forzar su entrada en el Gobierno de Fernando López Miras. Aunque al PP solo le hacían falta dos apoyos para alcanzar la mayoría absoluta, los de José Ángel Antelo no cedieron y forzaron hasta casi la repetición electoral para lograr dos puestos en la coalición murciana.

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