Croissants para desayunar, coloridos outfits para trabajar y una vida de ensueño basada en un cuento de hadas. Emily en Paris es uno de los grandes guilty pleasures del catálogo de Netflix. Una americana con infinidad de libros de mindfulness visita la ciudad más romántica del planeta y comienza a encarar una vida de ensueño en la que todo le sale bien y nada se entromete en su camino. París se convierte en un enclave de ensueño en el que siempre brilla el sol.
Protagonizada por Lily Collins, la ficción es una de las grandes apuestas de amor-odio de los usuarios de la plataforma. Hace unos días, su protagonista compartió una imagen en la que confirmaba que había comenzado el rodaje de la cuarta temporada. Más allá de la preocupación por el estado de salud de Ashley Park, su compañera de aventuras en la pequeña pantalla que sufrió un shock séptico crítico en sus vacaciones de Nochevieja, la ficción parece afrontar algún que otro problema relacionado con el agotamiento de los locales.
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Según ha informado el Daily Mail, la capital francesa se ha llenado de grafitis con mensajes despectivos hacia la serie producida por Darren Star. El medio británico ha compartido en el artículo una serie de imágenes que muestran una zapatería sobre la que se han pintado las frases ’Emily vete a la mierda’ o ‘El sur de París no es tuyo’. La ficción del gigante del streaming ha sido ampliamente criticada por los parisinos por perpetuar todo tipo de clichés sobre su vida, su gastronomía, su turismo y su forma de ser.
No en vano, tras el estreno de su primera temporada, los críticos franceses la catalogaron de “vergonzosa” por plasmar tópicos de los parisinos: son maleducados, llegan tarde a la oficina, trabajan poco, son sexistas, su comida es el tabaco y no son leales en sus relaciones de pareja. Cosas que la propia Emily Cooper (Collins) compara con su cultura anglosajona.
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Los parisinos no sólo quieren que Netflix se vaya con su guion a otra parte (prueba de ello son los delicados mensajes que han ido escribiendo por las diversas calles de la ciudad), también están hartos de que la serie gentrifique los restaurantes, cafeterías y espacios que salen en sus episodios.
Cómo las Olimpiadas afectan al rodaje de ‘Emily in Paris’
París se está preparando para albergar los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2024, celebrados del 26 de julio al 8 de septiembre, y eso afecta directamente a las grabaciones de series y películas planeadas para este año en la capital francesa. Ese es también el caso de Emily in Paris, que ha tenido que agendar y organizar su rodaje para cumplir con las nuevas regulaciones impuestas por el Consejo Nacional de Cine junto con las autoridades de la ciudad, según ha confirmado Variety.
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Las cintas de acción y de época no podrán rodarse en zonas reservadas para las Olimpiadas, como en el caso de Concorde y el Trocadero, del 16 de marzo al 1 de noviembre, y se prohibirán todo tipo de grabaciones en áreas destinadas a eventos deportivos del 16 de junio al 15 de septiembre. La Ciudad de París otorgará, caso por caso, permisos para películas pequeñas o producciones medianas fuera de estas zonas reservadas.