El titular del Juzgado de Instrucción número 8 de A Coruña ha finalizado la instrucción del caso Samuel Luiz y ha abierto juicio oral contra cinco personas por un delito de asesinato con las agravantes de alevosía y ensañamiento. Además, también aprecia discriminación por la condición sexual de la víctima. El juez considera que existen indicios suficientes para sentar en el banquillo de los acusados a estas cinco personas en concepto de coautores, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Galicia.
El caso se juzgará por el tribunal del jurado y en él están personadas, además de la Fiscalía y las defensas, una acusación particular y otra popular, ejercida por la asociación ALAS A Coruña. El Ministerio Público pide un total de 121 años de prisión para los cinco acusados.
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En su auto de apertura de juicio oral, el juez relata cómo en un primer momento dos de los investigados “pretendieron provocar la muerte” de Samuel o, en su defecto, fueron “conscientes” de que sus acciones podían provocar el fatal desenlace o “admitieron el riesgo que entrañaban”. La víctima recibió patadas y puñetazos en el rostro y la frente, mientras que la única mujer acusada, “en la unidad de acción del atentado”, intentó impedir que Samuel fuera ayudado por un amigo. Al poco tiempo se sumaron al ataque otros dos hombres que también serán juzgados, así como dos jóvenes que eran menores de edad en el momento de los hechos y que ya han sido condenados por un delito de asesinato.
Según afirma el juez, “en ese escenario la víctima fue rodeada y golpeada, indefensa, a merced y voluntad del grupo de agresores, en una clara situación de inferioridad e impotencia, sin posibilidad alguna de defensa”.
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Apaleado por una “jauría humana”
El día 3 de julio de 2021 quedó grabado en la memoria de la ciudad de A Coruña. Los vecinos se despertaban con la noticia de un asesinato en la zona de copas del paseo marítimo, junto a la playa de Riazor. La víctima era Samuel Luiz, un joven de tan solo 24 años que había salido de fiesta con unos amigos. Tras ser increpado por estar haciendo una videollamada, una “jauría humana” lo apaleó hasta la muerte, según describió la Fiscalía.
Un ataque que se perpetró con una “deshumanización extrema” y con motivo de la orientación sexual de Samuel. “Era un puto maricón”, dijo uno de los agresores cuando el grupo abandonaba el lugar del crimen.
Así, la Fiscalía pide una pena de 25 años de prisión para los dos acusados de participar inicialmente en la agresión, mientras que para los otros tres mayores de edad solicita 22 años de cárcel. A todos se les imputa un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento. Además, a uno de ellos se le atribuye un delito de robo con violencia por la sustracción del móvil de la víctima, por lo que se le pide una condena adicional de 5 años de prisión.