La enésima protesta del PP contra la amnistía ha tenido lugar este domingo en la Plaza de España de Madrid, justo dos días antes de la votación de la polémica norma en el Congreso de los Diputados. Los populares han llenado el recinto, concentrando a 70.000 personas en una jornada tan “histórica” como estival, según fuentes del partido. La Delegación del Gobierno ha rebajado la cifra y habla de 45.000 manifestantes.
Feijóo, Ayuso, Rajoy, Aznar y la plana mayor del partido han entrado en la plaza mientras sonaba People have the Power, toda una declaración de intenciones. Las banderas rojigualdas y europeas que había repartido la organización minutos antes de arrancar se meneaban al ritmo de Patti Smith —igual que alguno de los manifestantes—. “Vamos a rescatar democráticamente España, nadie nos puede imponer un país que no hemos elegido”, ha espetado el líder de la formación. Los carteles de “me gusta la fruta”, “Pedro Sánchez, traidor” y “no al comunismo” se alternaban entre la muchedumbre de selfis y gafas de sol.
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El primero en intervenir ha sido José Luis Martínez Almeida, alcalde de la capital. El regidor ha querido trasladar un “mensaje de esperanza frente al sanchismo” y ha apelado en repetidas ocasiones a la Constitución de 1978. “Los terroristas tienen que estar en la cárcel, no existe terrorismo bueno. Lo decimos desde la capital europea que más ha sufrido las consecuencias del terrorismo. Los españoles están con el sentido común”, ha pregonado Almeida. La amnistía incluirá también los delitos de terrorismo, excepto cuando supongan “violaciones graves” de los derechos humanos. “Es un crack, tiene un buen piquito”, murmuraba un sexagenario mientras el alcalde se despedía de los manifestantes.
La primera gran ovación del acto llegó cuando las cámaras enfocaron a Isabel Díaz Ayuso, que subió al escenario entre vítores y gritos de “presidenta”. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha lanzado una “señal de auxilio” para que las instituciones europeas intervengan y paralicen la amnistía. “Pedro Sánchez normaliza el crimen porque pacta con el crimen. Es un mentiroso”, ha continuado. El acto ha contado con la participación de nueve presidentes autonómicos del PP y cientos de alcaldes de todo el país. El líder de Vox, Santiago Abascal, se ha desmarcado de la convocatoria al considerarla un “mitin de partido”.
“El triunfo de la libertad siempre se abre paso, podrá ser mañana o dentro de unos meses, pero vamos a ganar”, ha vociferado la presidenta madrileña. Ayuso ha sorprendido con un guiño al recién elegido presidente de Argentina, Javier Milei, lamentando que los “primos hermanos” de los partidos que “hoy pueblan La Moncloa” hayan convertido el país sudamericano en “una fábrica de pobreza masiva”. La otra gran ovación del domingo se la llevó el Manuel García-Castellón, juez instructor de la causa de Tsunami Democràtic. “Está siendo perseguido y despreciado por el propio Gobierno, le quiero dar las gracias por estar a la altura en los momentos más difíciles”, ha apuntado la popular.
“Pedro Sánchez será pasado, pasará a la historia como el peor presidente de la historia de nuestro país”, ha asegurado Alberto Núñez Feijóo. El jefe del partido ha celebrado, sin embargo, que “en la misma página de la historia” estarán todos los que se han rebelado en las calles para “defender la igualdad” de los españoles. “Hago un llamamiento a todos nuestros mayores, que lucharon por la libertad y nos trajeron la democracia. No pueden consentir que se rompa su obra”, ha defendido el líder de Génova ante una Plaza de España con una media de edad considerablemente avanzada.
Los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy tampoco se han querido perder la concentración. El PP les había ofrecido tomar la palabra, pero han preferido no intervenir y “acudir solo como ciudadanos”, según fuentes del partido. “Estamos aquí defendiendo la igualdad de todos los ciudadanos contra la prostitución de nuestro país. España no se vende y no tenemos derecho a que nos mientan en la cara todos los días”, ha agregado Feijóo. El acto contra la amnistía ha terminado con el himno nacional sonando por megafonía y varios grupos de manifestantes buscando terraza para disfrutar del aperitivo.