Cientos de kilómetros de las autopistas francesas se encuentran cerradas al tráfico. Unos 10.000 agricultores de toda Alemania se concentraban con numerosos tractores en la emblemática Puerta de Brandeburgo, en el centro de Berlín, tras ocho días de protestas en la capital alemana. En más de 200 localizaciones, a lo largo y ancho de Polonia, trabajadores del campo salían a las carreteras para bloquearlas. Desde que comenzó el año, el sector primario europeo se ha manifestado de manera contundente para pedir mejoras en su situación, que aún sigue viéndose lastrada por el alza de costes y las políticas europeas. Una situación que no se descarta que se contagie a España, donde los empleados del campo se han revelado en contra de la PAC y de la falta de medidas contra la sequía.
Así, los representantes del sector agrario ven posible que España viva las grandes protestas agrícolas de Alemania, Polonia, Rumanía y Francia, pero hasta febrero no decidirán si emprenden actuaciones nacionales o conjuntas, aunque ya hay programadas salidas de tractores para denunciar la situación del campo. Las principales organizaciones agrarias han apuntado que en estos momentos no tienen un calendario nacional de movilizaciones y, con distintos matices, que están evaluando las de otros países porque comprenden el descontento de los agricultores con las políticas comunitarias. Incluso están en contacto para examinar la posibilidad de acciones conjuntas entre los tres, pero no se decidirá hasta febrero.
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En este mes ya se verán tractores protestando ante el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), porque la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha convocado una tractorada el día 21 para denunciar la situación “crítica” por malas cosechas y bajas remuneraciones. Todas las organizaciones agrarias coinciden en que el momento es especialmente difícil y que las políticas de la UE agobian a los productores, por lo que la cercanía de las elecciones al Parlamento Europeo (PE), en junio, puede calentar el ambiente.
El secretario general de COAG, Miguel Padilla, ha explicado que “a mitad de febrero” esta organización, Asaja y UPA, van a abordar la situación “en los distintos territorios” y si se toma una “decisión conjunta”. El secretario de organización de Asaja, Juan José Álvarez, ha detallado que en Valencia ya hay protestas por el sector del vino y que en Castilla y León se anunciaron movilizaciones, pero la semana que viene el comité ejecutivo nacional tomará una decisión.
En cuanto a UPA, “no hay un calendario de movilización”, según la vicesecretaria general, Monserrat Cortiñas, quien no obstante ha mencionado protestas locales como las de Andalucía por el limón o por problemas de agua. Sin embargo, preguntada por la posibilidad de que en España se copien las grandes protestas de Rumanía, Alemania o Francia, ha admitido que “es posible” y que “el efecto de contagio está ahí”, además de que la polarización en el campo es “un reflejo de la polarización general de la sociedad”.
Los principales desafíos de los agricultores
La reforma de la Política Agraria Común (PAC), que entró en vigor en 2023, los problemas derivados de la sequía y los altos costes de producción son las razones que esgrime el sector para movilizarse en España. Sin embargo, el descontento es notable por el Pacto Verde europeo, proyecto estrella de la Comisión Europea, cuyo objetivo es establecer una economía neutra en emisiones mediante medidas como reducciones de fitosanitarios o exigencias en bienestar animal. Todos critican Bruselas, pero hay diferentes opiniones sobre la actuación del Gobierno español.
En este sentido, Asaja afirma con más claridad que el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, “debe dar un apoyo más directo y real, porque cada día hay más trabas”. La asociación ha solicitado un “plan de choque” con infraestructuras hídricas y compensaciones. Por su parte, el responsable de COAG ha lamentado la burocratización de la PAC y la “hipocresía” de la UE con el medioambiente, pero ha admitido que si hay movilización también habría que pedir al Gobierno español reformar los seguros agrarios.
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Cortiñas (UPA) ha opinado que en Alemania hay un problema concreto como la fiscalidad del gasóleo que no tiene España, y ha dicho que ahora los agricultores franceses o germanos llevan pancartas con lemas como “precios justos”, que el campo español defendió en 2020. Asimismo, afirma que el Gobierno ha avanzado en la Ley de la Cadena Alimentaria y en ayudas sectoriales; pero también se ha solidarizado con la crítica contra la UE por no controlar las importaciones: “Nos toman el pelo”.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha apostado esta semana por fortalecer el diálogo con agricultores a escala europea y, además, ha calificado de “lamentable” que la extrema derecha intente a usar al sector primario como un instrumento político. La Comisión Europea va a iniciar este jueves un diálogo estratégico sobre agricultura, anunciado en septiembre su presidenta, Ursula von der Leyen, cuando está a punto de terminar la legislatura de la UE.