La Sagrada Familia de Tarragona: una pequeña iglesia sobre una colina que sorprende a quien la visita

Antoni Gaudí es uno de los mayores artistas españoles del siglo XVIII y XIX. Su obra es la máxima expresión del modernismo catalán, revolucionando la estética urbana de Barcelona con sus innovadoras acciones, que se han convertido en símbolos inconfundibles de la ciudad. Entre sus trabajos más conocidos se encuentran la Sagrada Familia, el Parque Güell y la Casa Batlló, cada uno declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, atrayendo a millones de visitantes cada año y dejando una impronta indeleble en la herencia cultural de España.

Pero más allá de estos monumentos, su trabajo se extiende por toda Cataluña, dejando obras de un valor incalculable en lugares menos conocidos. Igualmente, muchos edificios albergan una fuerte influencia del arquitecto catalán o, directamente, fueron levantados por discípulos suyos.

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En este sentido, destaca una pequeña iglesia situada en Tarragona que, a pesar de haber sido construida por Gaudí, cuenta con todos sus elementos característicos. Estamos hablando del Santuari de la Mare de Déu de Montserrat, que representa una joya del modernismo catalán y es una muestra de devoción religiosa anclada en la comarca del Alt Camp.

El santuario de Montferri fue diseñado por el discípulo de Gaudí, Josep Maria Jujol, quien plasmó una visión innovadora y personal en la construcción. Esta se inició en los años 20, pero no llegaría a inaugurarse hasta el año 1999. De hecho, fue con la ayuda de los vecinos como se terminó la construcción después de más de 70 años. A lo largo de todo el edificio se pueden apreciar elementos propios del estilo de Gaudí. Una muestra son las fachadas que bordean el santuario, los cuales recuerdan a los muros y bancos en forma de ola que también se pueden encontrar en el Park Güell.

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Pero si hay un monumento con el que guarda parecido, ese es la Sagrada Familia. Salvando mucho las distancias, su disposición parece la miniatura de este icónico monumento, el cual todavía no se ha terminado. En cuanto a Monteferri, el arquitecto optó por “establecer una conexión directa entre la ermita y la tierra, de manera que decidió optar por una textura que sugiriera los elementos del entorno natural que la rodeaban: las formas redondeadas de las rocas de la montaña de Montserrat”, cuentan desde Turismo de Cataluña.

A su vez, el edificio cuenta con una planta poligonal y se sitúa en lo alto de una pequeña colina. El uso de ladrillos y la falta de líneas rectas hacen que el santuario se fusione con la morfología de las montañas que lo rodean, logrando una continuidad visual y un juego de luces y sombras que varía con las horas del día y las estaciones del año.

La sobriedad exterior contrasta con un interior rico en detalles, donde Jujol empleó colores y formas que recuerdan al arte gótico y a la naturaleza, con una especial atención en los vitrales que filtran la luz, creando una atmósfera mística y acogedora.

Si se visita hay que tener en cuenta el horario, pues abre de miércoles a domingo de 10:00 h a 14:00 h y de 15:00 h a 17:30 h. Por su parte, el precio de la entrada es de 4 € la tarifa general y de 2 € la reducida.

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Desde Tarragona, el viaje es de alrededor de 30 minutos por las carreteras Tarragona-Lleida y A-27. Por su parte, desde Barcelona el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 15 minutos por la vía AP-7.