Boris Izaguirre ha vuelto a Mediaset España una década después de su último proyecto en la cadena. El venezolano conforma la parte ‘mediática’ del jurado del programa Bailando con las estrellas junto a Antonia Dell’Atte, mientras que en la parte profesional están Blanca Li, Julia Gómez Cora y Gorka Márquez.
Emocionado por este regreso, Boris confiesa en un encuentro con Infobae España y otros medios que lo considera una “vuelta a casa”. “Yo me fui de mi país muy joven y no he vuelto, así que cuando me veo regresando a sitios que han sido importantes, me emociono”, comenta el showman.
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Tras todo este tiempo alejado de la cadena de Fuencarral, asegura que vuelve “muy transformado”. “En estos diez años me han sucedido cosas importantes”, asegura. Además, desvela que le habían hecho ofertas antes para volver a Telecinco, pero no ha sido hasta ahora cuando ha encontrado un proyecto que realmente le inspire: “Me habían tanteado, es cierto, pero yo no encontraba una cosa que me pareciera un buen regreso”.
Su fichaje por Bailando con las estrellas se produce, además, tras un tiempo vinculado a laSexta, donde ha estado al frente de Desmontando la Historia y Más Vale Sábado. Preguntado por este salto a la competencia, sentencia: “No tiene que sorprender tanto, porque la televisión se ha vuelto muchísimo más flexible y hay más oferta. Los profesionales del medio nos vamos moviendo no tanto por pertenecer a un grupo, sino por involucrarnos en proyectos que nos parecen interesantes”.
En ese sentido, Boris reconoce que el talent de baile le pareció “interesantísimo”, aunque no aceptó hasta que no quedó claro que no iba a ser concursante. “Ya me di cuenta en El Desafío de que soy una persona muy inútil. Mi incapacidad para concentrarme es tan profunda que me impide disfrutar y hacer bien otras cosas que no sean hablar a un piloto rojo, que es lo que sé hacer”, relata.
“Ahora puedo escoger lo que hago”
Antes de materializar este regreso, Boris Izaguirre también intervino a través de una videollamada en el reencuentro de los protagonistas del mítico programa Crónicas Marcianas. El especial, que se emitió el pasado 12 de diciembre en el prime time de Telecinco, cosechó muy buenos datos de audiencia, algo que el venezolano confiesa que le sorprendió enormemente: “Me hizo ver que el afecto que conseguimos con Crónicas Marcianas sigue intacto”, comenta. Además, compara ese cariño del público con el que él y su pareja se profesan: “Es lo que me pasa en casa con mi marido. Rubén y yo nos seguimos queriendo igual que hace 32 años”.
Sobre si un programa como Crónicas Marcianas tendría cabida en la televisión actual, asevera: “No somos iguales”. Y agrega: “Antes del reencuentro, yo era bastante reacio a reunirnos, porque me parecía que era mucho más mítico mantener el recuerdo de lo que fuimos antes que insistir en recuperarnos a nosotros mismos, porque es imposible. Después del reencuentro cambié la perspectiva, me di cuenta de que somos una bocanada de aire fresco muy necesaria, porque nos hemos vuelto muy reacios a esa espontaneidad y esa sensación de libertad que significaba Crónicas Marcianas”.
Más allá de Bailando con las estrellas, el comunicador se muestra dispuesto a “conversar” de cara a futuros proyectos. Sin embargo, no parece dispuesto a que este vínculo profesional se materialice en un contrato de cadena: “Hace unos años lo habría hecho, pero pienso que una de las poquísimas cosas que tengo en este momento es libertad. Estoy en un momento en que puedo escoger lo que hago”, concluye.