Una americana que vive en España explica lo más extraño del supermercado en nuestro país

En su perfil de TikTok, la joven habla de su experiencia como estadounidense viviendo en España y comparte multitud de curiosidades y diferencias entre ambos países.

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Bella explica qué es lo que le parece más extraño de los supermercados españoles.
Bella explica qué es lo que le parece más extraño de los supermercados españoles.

Experimentar choques culturales al irse a vivir a otro país es de lo más normal y no tiene por qué ser negativo. El otro día hablábamos de lo que sorprendió y, al mismo tiempo, encantó a un joven argentino al mudarse a España, pero hoy es el turno de una tiktoker estadounidense que se marchó de su país en busca de un futuro mejor.

Bella, o @bella.in.spain en TikTok, vive en el sur de España desde hace unos años. En su cuenta de TikTok comparte su experiencia como norteamericana viviendo en España y habla de lo que más le sorprende de este país, así como de varias diferencias sociales relacionadas con el racismo o ser mujer en ambos países. Entre todos estos vídeos, Bella ha desvelado cuál es el producto que le parece más extraño de los supermercados españoles.

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Se trata, ni más ni menos, que de los huevos, tanto su forma de conservarlos como su presentación. “Vale, pues una cosa que me parece muy rara como norteamericana viviendo en España, es que los huevos, primero, nunca, nunca, están refrigerados”, empieza contando la tiktoker. “Y segundo, normalmente vienen con amigos peludos”, explica la joven a sus seguidores, refiriéndose a las plumas de las gallinas que, a veces, quedan pegadas a los huevos. Bella acaba verbalizando su sorpresa ante estos hechos y sentencia que “esto es muy loco y nunca pasaría en Estados Unidos, nunca antes lo había visto. Ahora lo veo en casi todas las cajas de huevos en España”.

¿Por qué los huevos no se refrigeran?

En casa, siempre, o casi siempre, guardamos los huevos en la nevera para evitar que se estropeen, pero en el supermercado, los encontramos sin refrigerar. Sin embargo, como cualquier otro producto, los huevos también pierden calidad a medida que pasa el tiempo, sobre todo, si se encuentran a temperatura ambiente. Asimismo, para garantizar su óptima conservación, lo ideal es mantenerlos a una temperatura estable entre 8 °C y 10 °C. Entonces, parece contraintuitivo que estos se encuentren sin refrigerar en el supermercado. Pero esto tiene una explicación que tiene que ver con su cáscara.

Hay cuatro formas de evitar el riesgo de salmonela de los huevos: consumirlos cuanto antes para que las bacterias no tengan tiempo de proliferar, desinfectarlos y sanitizarlos (como hacen en Estados Unidos), mantenerlos lo más secos posible o evitar los cambios de temperatura bruscos para que la cáscara no sufra daños. Esta no es solo el recubrimiento duro externo del huevo, sino que es un elemento clave para mantener su integridad física y química, ya que actúa como barrera bacteriológica.

Una caja de huevos del supermercado.
Una caja de huevos del supermercado.

Así pues, España y el resto de Europa optan por no lavar los huevos y mantener su cutícula intacta sacrificando su vida útil. Como dicta la ley vigente, este producto no puede refrigerarse antes de su venta para evitar los cambios bruscos de temperatura que puedan estropear la cáscara y fomentar la proliferación de microorganismos en la misma. Entonces, los supermercados mantienen la temperatura interior estable, lo que permite la buena conservación de los huevos en el interior de estos locales. Una vez en casa, el lugar con temperatura más estable es la nevera y, además, al estar en frío, los posibles riesgos que pudiera entrañar el proceso de refrigeración se ven reducidos por el hecho de que, en bajas temperaturas, las bacterias proliferan mucho menos.

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