Cada noche, las residencias de mayores preparan material para que las personas ancianas residentes dispongan de mudas y utensilios de higiene. De media, quien duerme con un pañal por problemas de incontinencia, necesita entre dos y tres mudas durante una sola noche. Sin embargo, en la residencia de mayores de Mirasierra, desde hace tres noches, la escasez de material ha provocado que muchos ancianos no tuvieran pañales de recambio y pasaran varias horas dormidos sobre su propia orina.
Así lo han denunciado los propios trabajadores del centro, que ante la falta de existencias de forma reiterada, han decidido hacerlo público para exigir unos mínimos a la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales de Ana Dávila-Ponce. Los afectados han sacado a la luz la falta de material, las precarias formas con las que tenían que salvar las jornadas e intentar capear la escasez de recursos, que, aseguran, se repite con cierta frecuencia.
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Un trabajador asegura a Infobae que la falta de material pone en riesgo el estado de salud de los mayores del centro: “El tratamiento que se le está dando a los residentes con la falta de pañales compromete la salud y la piel de estos ancianos”, denuncia el empleado durante su conversación con este medio. Además, desde la residencia relatan que para muchas personas no había pañales de su talla, situación que llevó a cortar las partes elásticas para darles más amplitud y que fueran útiles con todos los residentes.
“Parece que estamos instalados siempre en las justificaciones, pero me llama poderosamente la atención, es que asumamos e interioricemos que no hay pañales. Una persona mayor, si necesita pañales para dormir, suele utilizar dos o tres durante una misma noche”, sostiene el trabajador.
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Sin detalles por parte de la Comunidad de Madrid
Infobae se ha puesto en contacto con la gerencia de la residencia, pero no ha obtenido contestaciones. Del mismo modo, la Consejería con las competencias en las residencias declara que “no hay ninguna carencia de material” en la residencia de Mirasierra. “En la última visita de los técnicos, el día 20 de diciembre, no encontraron incidencias de este tipo. Hemos licitado el nuevo contrato para esta residencia por un 23% superior”, ha dicho la consejera sin dar más explicaciones. Del mismo modo, el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, con competencias estatales en las residencias, a pesar de ser preguntado, tampoco ha hecho ninguna valoración antes de la publicación de este artículo.
Sin embargo, las quejas son contundentes: “Han sido tres noches seguidas en las que mis compañeros me han vuelto locos diciéndome que no tenían material, que elegían a quién poner el pañal y a quién no. Y no es que sea algo puntual, vivimos esta situación de manera repetida en muchas ocasiones. Le resta dignidad a los usuarios”, explica el trabajador de la residencia de Mirasierra.