El gusto inversor de los pequeños ahorradores está cambiando después de que el Banco Central Europeo (BCE) decidiera en julio de 2022 subir los tipos de interés hasta colocar el precio del dinero en el 4,5%. Si hasta entonces su producto de ahorro preferido eran los depósitos, a pesar de que su rentabilidad no llegaba ni al uno por ciento en los mejores casos, ahora su apetito inversor se ha abierto a las letras del Tesoro.
Este cambio ha hecho que los hogares y las instituciones privadas sin fines de lucro al servicio de los hogares pasaran de tener en letras del Tesoro 950 millones de euros en noviembre de 2022 a alcanzar los 23.977 millones en el mismo mes de 2023.
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Así, según datos del Banco de España, los hogares y las instituciones no financieras han disparado su participación en letras del Tesoro en el último año, pasando de una cuota del 1,3% en noviembre de 2022 a más del 30% en 2023, convirtiéndose por cuarta vez en la historia en los mayores tenedores de letras del Tesoro Español.
Se han situado por delante de los inversores extranjeros, que poseen 16.737 millones de euros en letras españolas, las instituciones financieras monetarias, con 10.918 millones; los fondos del mercado monetario y otros intermediarios financieros, que acumulan 10.189 millones; las sociedades no financieras, con 6. 015 millones, y las administraciones públicas, con 4.104 millones.
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Depósitos, a la baja
El hambre de los ahorradores por las letras del Tesoro contrasta con su menor apetito por los depósitos, a pesar de que siguen siendo su producto preferido y en el que tienen más dinero acumulado.
Los depósitos cerraron 2023 con un volumen de patrimonio de 998.600 millones de euros, lo que ha supuesto una caída del 0,57% respecto al cierre del año anterior, según datos del Banco de España.
En el último año, los depósitos en cuentas a la vista de los hogares españoles cayeron en 64.800 millones de euros, hasta los 855.300 millones, mientras que los depósitos a plazo aumentaron su saldo en 59.200 millones de euros, hasta alcanzar los 123.900 millones de euros.
La rentabilidad, el principal reclamo
El señuelo que ha atraído a los españoles a las letras del Tesoro ha sido su mayor rentabilidad respecto a otros productos de ahorro como los depósitos. Mientras que estos están dando de media unos intereses que rondan el 2,3%, los ofrecidos por las letras en las últimas subastas de enero del Tesoro oscilan entre el 3,29% y el 3,58%. En concreto, las letras a 3 meses dieron un interés del 3,506%, a seis meses del 3,58%; a nueve meses, un 3,478%, y a 12 meses, el 3,293%.
No obstante, esta buena evolución de la deuda española puede verse frenada e incluso mermada si, como todo indica y los mercados descuentan, el Banco Central Europeo baja los tipos de interés este año. “La evolución del interés de letras y depósitos será a la baja en 2023″, indica Estefanía González, portavoz de finanzas personales de Kelisto.
En este escenario y para salvaguardar su rentabilidad, la mejor estrategia de los ahorradores sería diversificar su ahorro en letras y depósitos, optando en ambos casos por los plazos más rentables, aconsejan los analistas.
“Las letras a corto plazo son muy competitivas y menos a largo”, reconoce Antonio Gallardo, experto financiero de Banqmi. Por su parte, Javier Mezcua, analista de finanzas personales de HelpMyCash, cree que “los mejores depósitos siguen siendo más rentables que las letras del Tesoro. Eso sí, las mayores rentabilidades las dan bancos online poco conocidos y, sobre todo, bancos extranjeros”. Por ello, considera que los ahorradores “que tengan su dinero en los grandes bancos españoles y no estén dispuestos a sacarlo del país o a confiar en un banco poco conocido, pueden encontrar refugio en las letras”.