Las grandes cadenas de supermercados han hecho equilibrismos durante los últimos años ante el encarecimiento de los costes. La subida de precios de algunos de sus productos para poder seguir manteniendo sus cuentas saneadas se contraponía al temor de estas cadenas de perder clientes. Así, el 2023 han conseguido elevar sus ventas en más de un 10% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, este aumento de precios no se ha trasladado a sus beneficios, ya que sus márgenes empresariales cayeron durante el pasado ejercicio.
Concretamente, las empresas del gran consumo, como es el caso de Mercadona, Carrefour o Dia entre otras, han pulverizado en 2023 su récord de ventas, alcanzando los 117.000 millones de euros, lo que supone un 10,4% más que en 2022 en otros 12 meses que estuvieron marcados por la inflación, con unos precios que subieron un 9,4 % de media, según los datos de la consultora NielsenIQ. Por su parte, la demanda -es decir, volumen de lo comprado- varió ligeramente, ya que creció un 0,9%.
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Durante muchos meses, las voces críticas con el sector de los supermercados afirmaban que las cadenas alimentarias se estaban haciendo de oro. Y lo cierto es que, muchas compañías, como es el caso de Mercadona, afirmaron que los precios habían subido “una burrada”. Sin embargo, este encarecimiento de la cesta de la compra no ha repercutido en un beneficio directo para estas compañías: según el Banco de España, el comercio alimentario no repercutió la inflación y redujo hasta noviembre de 2023 su margen de beneficios alrededor de un 8%.
Sin embargo, que no ganen más dinero no significa que los consumidores no hayan notado esa traslación de la inflación a la cesta de la compra. Así, en la comparativa 2021-2023, la inflación ha hecho que los españoles gasten en la cesta de la compra en torno a un 20% más. Por su parte, si se compara con el periodo prepandemia, el estudio revela que ahora el consumidor desembolsa 126 euros por una cesta de la compra que en 2019 le costaba 100 euros.
Los súper siguen ganando cuota de mercado
Pese a la moderación de la inflación general, los precios de los alimentos han seguido in crescendo durante este año, siendo de los insumos que más se han encarecido en los últimos meses. Los supermercados se enfrentaban así a una importante tesitura: subir precios para no perder sus márgenes, sin perder cuota de mercado por la fuga de clientes a otras marcas. Sin embargo, las tres grandes cadenas en España han capeado este temporal inflacionista con muy buenos resultados, elevando sustancialmente sus ventas.
Mercadona se ha coronado un año más como líder indiscutible en el mercado de la distribución. Tras un inicio de año titubeante, el anuncio de la rebaja de más de 500 productos básicos ha catapultado la cuota de mercado de la cadena valenciana hasta la cifra más alta de su historia, aglutinando el 27,1%. Según los expertos de la consultora Kantar -que recopila estos datos- la cadena de supermercados no sólo ha vuelto a ganar cuota en aquellas categorías involucradas en la bajada de precios, sino que ha experimentado un cambio de tendencia “más transversal” con este comportamiento en seis de cada 10 de sus categorías.
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Muy lejos de la cadena de Juan Roig, Carrefour ha consolidado su posición como la segunda cadena con más presencia en nuestro país. Sin embargo, en lo que va de año ha disminuido su peso en el mercado de la distribución: ha cerrado con una cuota de mercado del 9,9% -solo una décima más que la cifra con la que comenzó el año- pero lejos del 10% que consiguió alcanzar durante los meses de verano. Cierra el top tres del ránking de distribución Lidl, que aumentado cuatro décimas su cuota de mercado en el último año, hasta alcanzar el 6,4%.
Ofertas más agresivas y más marca blanca
Grandes distribuidores como Mercadona, Carrefour o DIA, englobadas en la patronal Aecoc, señalan que en un contexto marcado por la inflación, la prioridad es recuperar el volumen y el margen de negocio perdido en los últimos años. Por este motivo, prevén que van a actuar en consecuencia, aumentando la actividad promocional durante el próximo año. Una estrategia que ya se ha visto muy acentuada en este ejercicio y en la que han entrado todos los distribuidores.
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Tras dos años de precios desbocados en el súper, la marca blanca se ha elevado con la gran beneficiada de esta situación -además de las promociones-, y en el tercer trimestre de 2023 se ha hecho con hasta el 56% del total de todo el volumen de compra en el gran consumo.
De acuerdo a las cifras de la consultora Circana, cerradas hasta octubre, se observa un mejor desarrollo de la marca de distribuidor a la de fabricante. Sin tener en cuenta los frescos, la evolución en volumen de la alimentación de la marca de fabricante ha caído hasta un 10,8%, mientras que la marca de distribuidor ha repuntado un tímido 0,3%. En términos absolutos del total de ventas de gran consumo, apenas crece un 1,5 en la marca blanca, frente a la caída del 5,3% en el caso de las de fabricante; en el caso de las bebidas, las enseñas de los distribuidores han avanzado un 5,3% y las de fabricantes han caído un 1,6%, en volumen.