Gasolina, velocidad y mujeres sobre ruedas al estilo ‘motomami’: “Creo que a Rosalía le gustaría esta película”

Hablamos con la debutante Lola Quivoron, que ha dirigido ‘Rodeo’, una obra indómita y feroz sobre la fascinación por las motos, el asfalto, las piruetas, los acelerones y la sensación de peligro y libertad

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Julie Ledru en 'Rodeo', de Lola Quivoron (Caramel Films)
Julie Ledru en 'Rodeo', de Lola Quivoron (Caramel Films)

Cuando era pequeña, Lola Quivoron vivía en el extrarradio de París y, dentro de su paisaje habitual, estaban esos chicos que pasaban a toda velocidad con la motos, con quads, haciendo caballitos y derrapando. Era parte de su microcosmos durante su infancia y adolescencia y, en ese momento, no le dio más importancia.

Tráiler de 'Rodeo'

Comenzó a estudiar cine en la Escuela de París y, fue entonces cuando vio algunos vídeos de chicos moteros que le recordaron a sus orígenes. Así que empezó a investigar y descubrió que había comunidades, casi como familias, cuyas vidas giraban en torno a eso.

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Una investigación ‘inmersiva’

Ese fue el inicio de todo. Fue a buscarlos, se enteró dónde había una reunión y allí fue. “Olía a barbacoa, a gasolina, a polvo”, cuenta la directora a Infobae España. “Y me pareció completamente inspirador y outsider. Despertó en mí una fascinación estética y me pregunté, ¿cómo plasmar este mundo a nivel plástico y cinematográfico?

Los 'piratas del asfalto' en 'Rodeo', de Lola Quivoron
Los 'piratas del asfalto' en 'Rodeo', de Lola Quivoron

Siguió investigando en torno a la adrenalina que desprendía la velocidad, el exceso y el peligro. Pero también se dio cuenta de que en esos grupos de personas que estaban al margen de la sociedad, que incluso tenían una economía propia, que se auto gestionaban para sobrevivir y que mantenían toda una serie de rituales muy particulares que hasta el momento no había visto plasmados en la pantalla.

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“Durante siete años estuve introduciéndome en ese mundo, indagando en torno a él y de ahí nacieron mis trabajos primigenios, primero un corto, después un videoclip, y Rodeo precisamente surge de mi inmersión particular en este aspecto, de mi historia de amor con esa gente que me ofreció su amistad”

Una mujer en un mundo de hombres

Rodeo cuenta la historia Julia (interpretada por la debutante Julie Dedru), una joven inadaptada que vive a base de trapicheos y que tiene una sola obsesión: la velocidad y las motos. No sabremos mucho de ella, pero intuiremos que la relación con su familia biológica es mala y, quizás por eso, busca en las pandillas de moteros un espacio de confort donde sentirse segura. Pero es una mujer en un mundo de hombres, y eso generará toda una serie de suspicacias.

La protagonista de 'Rodeo', de Lola Quivoron, feliz sobre su moto (Caramel Films)
La protagonista de 'Rodeo', de Lola Quivoron, feliz sobre su moto (Caramel Films)

Se trata de un espacio peligroso e inaccesible, pero eso no será impedimento para Julia, que es una auténtica kamikaze. Su especialidad es robar motos de lujo a los ricos y, por eso, será captada por el líder de la banda, que se encuentra en prisión, para que trabaje para ella. Será entonces cuando establezca una relación de amistad con la mujer de convicto y con su hijo, ambos desamparados, como ella, y sometidos a la violencia patriarcal.

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En algunos momentos, casi podríamos pensar que nos encontramos ante un documental, por la capacidad que tiene la cámara de sumergirse en ese submundo y retratarlo a través de unos códigos realistas que se encargan de acercar al espectador a un universo totalmente desconocido. “Esta apreciación es en parte cierta, porque quería que mi acercamiento fuera muy preciso. Hice muchísimas fotografías, conviví en la comunidad para que todo lo que plasmara transmitiera una sensación de verdad. Así que, en principio, Rodeo surge de una aproximación documental, pero ese no era el propósito final, siempre pensé en hacer una ficción de carácter épico, basada en los fundamentos de western, de las películas del Oeste y con una puesta en escena muy particular, con una estética hiperrealista que va más allá del realismo puro!

‘Motomamis’ al puro estilo Rosalía

Las protagonistas y la directora de 'Rodeo' durante la presentación en el pasado Festival de Cannes en la sección 'Una cierta mirada' REUTERS/Piroschka Van De Wouw
Las protagonistas y la directora de 'Rodeo' durante la presentación en el pasado Festival de Cannes en la sección 'Una cierta mirada' REUTERS/Piroschka Van De Wouw

Lola Quivoron no quería quedarse en el elemento superficial, quería configurar una especie de mitología en torno a esos ‘riders’ o ‘jinetes del asfalto’, como se les denomina en la película.

Una de sus máximas preocupaciones eran cómo retratar a la protagonista dentro de ese mundo absolutamente machista. Para ella constituyó una fuente de inspiración el filósofo español Paul B. Preciado (que este año debutaba en el cine con Orlando, mi biografía política). “En realidad, Julia se enfrenta a una serie de dificultades porque tiene un cuerpo de mujer, tiene que luchar y pelearse constantemente contra la mirada masculina, que es absolutamente sexista y la marginaliza. Y eso le produce mucha ira, una cólera que la invade”

Rosalía y sus motomamis en el videoclip de 'Saoko'
Rosalía y sus motomamis en el videoclip de 'Saoko'

Leyendo los ensayos de Paul B. Preciado se dio cuenta de que Julia, en realidad, no se atenía a los arquetipos de sexualidad, sino que los rebasaba a través de la fluidez entre los géneros. “Ser mujer u hombre le importa un comino, ella es un ser de luz que desprende libertad y, por eso, a ella le gustaría salir de su cuerpo para no sentirse estigmatizada”.

Quien se acerque a Rodeo, encontrará similitudes con el videoclip de Rosalía Saoko, en la que la cantante se convierte en una motomami trasgrediendo, como lo hace Quiviron, las reglas de la velocidad y las piruetas sobre motos desde un carácter feminista. “Precisamente, esa pieza la dirigió un amigo mío, así que hay muchas conexiones. Me encantaría que Rosalía viera esta película, creo que le gustaría”.

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