Eva Hache y Ana Polvorosa presentan ‘Un mal día lo tiene cualquiera’: “Hay miedo al cambio, mucha gente sigue en un trabajo que no le da ni una alegría”

Trabajar, dar de comer al gato y cenar en casa. Mañana es un día importante y Sonia no puede despistarse. Presenta su tesis doctoral, en la que ha trabajado durante cinco años, y es esencial que descanse bien para poder presentársela al tribunal que juzgará sus páginas y conclusiones. Lo que la protagonista de esta historia no sabe es que la noche madrileña es altamente nociva y peligrosa, y que una acción aparentemente inofensiva puede conformar una concatenación de desastres capaces de dar un vuelco a su vida.

Así es la premisa de Un mal día lo tiene cualquiera, el debut de Eva Hache como directora junto a Ana Polvorosa, encargada de insuflar vida a la protagonista de la historia. “Me he enfrentado a esta nueva situación con mucha disposición, con un poco de miedo y con mucha prudencia”, indica la cómica en una entrevista con Infobae España. La cinta, que llega a los cines españoles este viernes, explora la idea de la rigidez moral, de la obsesión por el control y de cómo el ser capaces de fluir puede ser el ingrediente clave para descifrar el juego de la vida.

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Hache se muestra satisfecha con la película porque cree que le “representa bastante”. En ella, la cómica ha conseguido que su tipo de humor “permanezca”. Sonia (Polvorosa) sufre una transformación de 180 grados: comienza siendo una general a las órdenes de Marie Kondo y culmina en el caos más absoluto y con su vida pendiendo de un hilo. Los extremos se atraen, pero en el caso de la protagonista de Un mal día lo tiene cualquiera, conviven: parecen antagónicos, pero el segundo es la evolución del primero.

“Me identifico con las dos”, dice Polvorosa a este medio. “También tengo ese punto obsesivo, soy súper disciplinada con respecto a mi vida y mi trabajo”, pero, afirma, de vez en cuando es importante saber soltarse la melena. “Tienes que dejar que las situaciones te sorprendan”, apostilla la actriz. “A mí me gusta la convulsión, la improvisación y el surrealismo, pero también es verdad que me gusta tenerlo todo muy controlado, si le preguntas a mi hijo te dirá que soy demasiado ordenada”, bromea la directora de la cinta.

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La coyuntura actual se ha convertido en un tratado cínico de planes. Hacer lo máximo posible en el menor tiempo indicado y estar orgulloso de ello es uno de los muchos síntomas generados por el FOMO, la sigla centennial que habla de ese miedo irracional a perdernos algo y que al día siguiente sea lo más comentado en el círculo social que nos sostiene. El ímpetu por querer estar en la conversación, en el momento o en la moda nos conduce a un burnout de manual.

Eva Hache cree que, además del miedo a decir que no, hay otra pandemia en las nuevas generaciones que tiene que ver con la equivocación, el fallo, el ensayo-error, algo que plasma a través de Sonia. “Dios juega a los dados. Creo que no hay que tener miedo a equivocarse, no hay que tener miedo a cambiar. Veo a mucha gente joven que sufre un estrés espectacular al pensar que se ha equivocado de carrera”, dice. También, considera, “hay mucha gente adulta que sigue trabajando en un puesto que no le da ninguna alegría, más bien al contrario”. “Estamos en un mundo ultra capitalista en el que da mucho miedo enfrentarse a un cambio, decir que no a un trabajo o cambiar de ciudad, pero creo que hace falta valentía”, apostilla.

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Tanto Hache como Polvorosa consideran que las desgracias rutinarias son gasolina para los relatos, sobre todo al tratarse de dos personas del mundo de la actuación y el arte. “Para los monólogos es perfecto cualquier cosa que te pase”, dice la cómica. “A mí, por ejemplo, me atracaron una vez durmiendo en una furgoneta y pensé: ‘Ya verás cuando lo cuente’”, concluye.