Un inabordable Zverev frena la remontada de Alcaraz en Australia

El alemán, colosal durante las dos primeras mangas, sofocó el conato de remontada de un Carlitos apagado en el inicio y combativo al final. Sascha es ya el tenista que más veces ha ganado al español

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Carlos Alcaraz durante el partido
Carlos Alcaraz durante el partido de cuartos de final del Open de Australia ante Zverev (REUTERS).

En Australia, donde los pioneros pusieron la piedra fundacional del despegue del tenis español, con Manuel Santana, Carlos Alcaraz estuvo a punto de dar otra vuelta de tuerca, una hasta ahora desconocida en su palmarés, como era remontar dos sets en contra. La hazaña deberá esperar después de que Zverev se llevera un antológico partido (6-1 / 6-3 / 6-7 / 6-4). Cuesta extraer de las memorias de Carlos Alcaraz un partido en el que se le haya visto tan sobrepasado por el rival, aunque lo terminó con una tardía e insuficiente reacción.

“No estoy completamente muerto como en Nueva York ni tengo la sensación de estar agotado” Aquel partido en la Gran Manzana zarandeó a al alemán y sólo tuvo una dirección: la que Alcaraz tomó. Seis meses después, en las antípodas, el desenlace fue completamente antagónico. De orgullo se llenó Carlos Alcaraz para intentar el milagro, pero era difícil, muy difícil, casi imposible. ¿Qué hubiera pasado si hubiera empezado como acabó? Ya no se podrá saber.

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Monólogo inicial de Zverev

Fue un partido extraño, en el que Alcaraz dio un paso más en su aprendizaje a la hora de gestionar su ánimo. Desesperado y esperanzador por momentos. A principios del tercer set se desesperó como nunca, quedándose clavado en mitad del Rod Laver Arena con la mirada perdida y desbordado por el juego de Zverev. Más tarde, cuando todo parecía perdido con un 5-2, se encontró en la pista y comenzó a sonreír tras llevarse el set en uno de los mejores tie-breaks que se le recuerda. Había pasado del desánimo al pundonor y a Zverev comenzaba a ponérsele la misma cara que a Medvedev hace tres años en el mismo escenario.

Zverev y Alcaraz se saludan
Zverev y Alcaraz se saludan tras el partido de cuartos de final del Open de Australia 2024 (REUTERS).

Comenzó torcido el español, con doble falta para empezar y primer turno de saque cedido en blanco ante el alemán. Alcaraz no parece Alcaraz. Al menos el que compareció en la ronda anterior, pletórico y deslumbrante. Zverev exhibía su catapulta en el saque y aguantaba los largos intercambios, algo que habitualmente le cuesta. Carlitos le atraía a la red, pero también reaccionaba con velocidad y agilidad. No había agujeros en el tenis del teutón. Nada le funcionaba. Ni su servicio -un 55% de primeros en el primer set-, ni su derecha -11 errores no forzados-, absolutamente nada. Y el alemán se escapaba dos sets arriba.

Valiente, pero insuficiente reacción

Vamos”, se animaba el español tras la consecución de cada juego. Sascha empezaba a fallar su derecha, menos buena que su revés, donde tiene un guante. Zverev, que había estado a tres puntos de la victoria (5-2 y 0-15), sacó con 5-3 para cerrar el partido, pero se encontró con un arranque de orgullo de Alcaraz. El lenguaje corporal hablaba por sí mismo. Alcaraz, sonriente, incluso animaba a su propia gente, mientras que Zverev, devastado, tuvo que pedir tiempo médico. Su cita con Alcaraz venía precedida por dos rondas anteriores a cinco sets y el correr del reloj le perjudicaba. Sin embargo, tenía demasiada ventaja.

El público se preparaba para disfrutar de otro tie-break cuando el alemán le rompió el saque a Carlitos y sentenció al servicio para citarse con Medvedev en semifinales. Zverev domina el duelo individual -cinco victorias y tres derrotas- ante un Alcaraz que, sin éxito, intentó ver el sol tras dos sets de oscuridad. Se despide de Australia tras haber alcanzado su cenit en el torneo, pero sin su invitación a la fiesta final y con una pregunta sin responder ¿Qué hubiera pasado si hubiera empezado el partido como lo terminó?

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