Los salarios no recuperan el poder adquisitivo perdido en las dos últimas crisis pese a su aumento en 2023

Un informe de la escuela de negocios EADA recomienda vigilar mejor a los oligopolios que generan “permanentemente” inflación

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Una mujer observa los precios
Una mujer observa los precios de las verduras y frutas en una tienda de Bilbao. (EFE/Luis Tejido).

Los sueldos han repuntado notablemente en 2023, especialmente entre los trabajadores de puestos más bajos, pero no logran recuperar el poder adquisitivo que tenían en 2007 como consecuencia del impacto de dos crisis consecutivas: la financiera iniciada en 2008 (a la que le siguió otra crisis de deuda en 2012) y la de la pandemia y la inflación en 2020. Así lo constata el informe anual sobre salarios de la escuela de negocios EADA en colaboración con ICSA publicado este miércoles.

Según sus datos, recogidos entre julio de 2022 y julio de 2023 mediante encuestas, los salarios medios brutos de los empleados han crecido en comparación interanual un 8,8% y se han elevado un 3,3% los de los directivos, aunque han caído un -3,8% entre los mandos intermedios. Los aumentos de los dos primeros grupos son superiores a la inflación del mismo periodo (el 2,3%), pero en términos acumulados la foto cambia.

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Si se compara la evolución de los salarios en los tres grupos de trabajadores con la inflación, esta ha crecido más que todos los sueldos: un 36,1% frente al 34,8% los salarios de los empleados; un 23,7% los de los mandos intermedios y un 28,6% los de los directivos. Esta evolución da como resultado que las retribuciones se sitúen en los 26.406 euros para los empleados, los 43.062 para intermedios y 88.347 para directivos, aunque con notables diferencias según el tamaño de la empresa.

Evolución del poder adquisitivo de
Evolución del poder adquisitivo de los salarios. (Informe anual de salarios de EADA e ICSA)

Según Jordi Assens, profesor de EADA, la pérdida de poder adquisitivo “es un tema muy preocupante” en el que influyen factores estructurales y provoca menor consumo de los hogares, además de la percepción negativa de que las subidas salariales no dan para cubrir el aumento del coste de la vida.

En este sentido, los autores del informe han recomendado a los poderes públicos “controlar la inflación” en una serie de gastos como la vivienda, los suministros y los alimentos y vigilar mejor a las grandes empresas con excesivo poder de mercado. “Hay cosas que hacer en los oligopolios que no están bien regulados y están permanentemente generando inflación”, ha detallado Assens durante la presentación del estudio a los medios.

El SMI y la negociación colectiva se notan en los salarios más bajos

El notable aumento de los salarios de los empleados que percibe el estudio tiene que ver con las subidas anuales del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y con lo negociado en los convenios colectivos, ya que los firmados en 2023 han registrado una subida salarial media pactada del 4,6%, según los datos provisionales. También se explica, según apunta David Suárez, socio y director del área de estudios de ICSA, por la “dificultad en el mercado laboral para encontrar determinados perfiles en determinados sectores”, algo que ha detectado ya el Banco de España.

Se evidencia así la dualidad del mercado laboral español, con “puestos muy bien pagados, pero para los que faltan personas, mientras la mayor parte de los trabajadores de base tiene salarios bajos en empresas poco competitivas”, ha resumido Assens.

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Por otra parte, es el primer año desde 2013 en el que los mandos intermedios presentan un descenso salarial en el informe. Los economistas han dado varias interpretaciones a este efecto compensación de rebaja a los intermedios pero subidas salariales en los dos extremos: a los directivos para retener talento y a los empleados por los motivos señalados anteriormente. Detrás puede estar la tecnología y más específicamente la Inteligencia Artificial, que “se prevé que afecte a puestos de mayor cualificación”.

Al respecto de cómo deberían evolucionar los salarios en los próximos años, de acuerdo con este cambio tecnológico y con las características de la economía española, con un continuo gap de productividad con Europa, los economistas proponen desterrar las subidas lineales y adaptarlas al rendimiento y al cumplimiento de objetivos.

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