Acceder a la vivienda es cada vez más difícil en España, sobre todo para las personas con menores rentas, lo que incrementa la desigualdad social. Esta dificultad de acceso se debe, principalmente, “al aumento persistente de los precios, impulsado más por la demanda mayorista y no residente que por la demanda minorista residencial, a las inadecuadas políticas de suelo de largo plazo y al incremento en la demanda”, aseguran los economistas de Funcas Santiago Carbó y Francisco Rodríguez.
El incremento de la inversión en vivienda para especular se ve reflejada en que sólo cuatro de cada diez operaciones de compraventa de vivienda se hacen con hipoteca, señalan los expertos.
Te puede interesar: Una de cada tres familias verá caer la cuota de sus hipotecas entre enero y marzo, estima el Banco de España
Otro de los factores que dificulta el acceso a la vivienda es que los bancos han cerrado el grifo del crédito para financiar su compra. Así, según recuerdan Carbó y Rodríguez, la variación de este crédito estuvo por encima del 15% a finales de los 90 y en la primera década de este siglo siguió aumentando hasta situarse cerca del 25% entre 2004 y 2006, en el período más intenso de gestación de la burbuja inmobiliaria. Después se produjo una bajada acelerada en su concesión, registrando tasas interanuales negativas durante una década.
Los economistas reconocen que las cosas cambiaron tras la pandemia y las variaciones volvieron a ser positivas, pero en el entorno del 1%. Sin embargo, desde diciembre de 2022 han vuelto a negativo y eran ya del -3,1% en octubre de 2023″. Todo ello, “ha aumentado la desigualdad entre propietarios y quienes no pueden comprar una casa”, explican Carbó y Rodríguez.
Te puede interesar: Los propietarios de pisos en alquiler pueden desgravarse este año entre un 50% y un 90% de las rentas obtenidas
Creen que las respuestas políticas al problema de asequibilidad como los subsidios al crédito y la reestructuración de los contratos hipotecarios “no han obtenido siempre los resultados esperados”.
Por ello, para mejorar la situación recomiendan que se lleven a cabo mejoras para el acceso a viviendas asequibles y de calidad potenciando un mercado de alquiler eficiente, “sin intervenciones que eleven sus precios, y más oferta de vivienda, incluido un parque público más amplio”.
La tasa de jóvenes con casa se desploma
La vivienda es una de las principales inversiones de los españoles, aseguran Marina Asensio, Marina García y Daniel Manzano, economistas de Funcas en un artículo publicado en el último número de Cuadernos de Información Económica, en el que analizan el comportamiento de los españoles respecto a sus finanzas, tanto a lo largo del tiempo como frente a los principales países del entorno, y en el que constatan las paradojas entre acumulación de riqueza y mercado de vivienda.
Explican que los españoles cada vez ahorran menos, sin embargo, disponen de un nivel de riqueza relativamente elevado, homologable, e incluso mayor, al de los países de nuestro entorno debido, en parte, a la revalorización de activos como la vivienda.
Los autores reconocen que los hogares españoles siguen teniendo preferencia por la vivienda en propiedad, a pesar de que se han duplicado del 10% al 20% los hogares con vivienda en alquiler y de que para las nuevas generaciones es mucho más costoso adquirir un piso. Ello ha hecho que se hayan reducido a la mitad los hogares jóvenes con casa en propiedad, del 70% a inicios de siglo al 35% en la actualidad.
Según el artículo, la inversión en vivienda también explica la mayor concentración de la riqueza. Así, el 1% de hogares más ricos detentaba el 13,8% de la riqueza en 2002 y alcanzó en 2020 el 22%. Por su parte el 10% más rico habría pasado del 43,9% al 53,9%.