Aquello de ‘año nuevo, vida nueva’ se ha convertido en algo literal para la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Según se ha conocido este miércoles 24 de enero, los que fueran ex duques de Palma comenzaron el 2024 solteros y sin ataduras tras haber firmado su divorcio. Un trámite que llevaron a cabo a finales de diciembre en Barcelona, donde se dieron cita en una notaría de Barcelona para poner un punto final definitivo a su historia en común.
Asistidos únicamente por su abogado de familia, cumplieron con los requisitos marcados en el Código Civil español, llevando el asunto con la máxima discreción posible. Y si bien podrían haberse separado legalmente mucho antes, decidieron esperar hasta que su hija pequeña, Irene, cumpliera la mayoría de edad para no tener que acudir a un juzgado -lo que hubiera despertado un gran interés mediático- y no tener que llegar a un convenio para la guardia y custodia.
Te puede interesar: Iñaki Urdangarin y su novia Ainhoa Armentia comparten trabajo: felices, enamorados y juntos en Vitoria
Según desvela ¡Hola!, la fecha se retrasó aun así unos meses porque hicieron unos pequeños cambios en su convenio regulador que no aprobaron ambos hasta este pasado diciembre, aunque es cierto que no descartan que “pudieran también haber firmado a principios de 2024″, antes de que Cristina viajara a Abu Dabi para celebrar el cumpleaños de su padre, el rey Juan Carlos.
Barcelona
Cristina e Iñaki bien podrían haberse divorciado en Ginebra, donde la infanta todavía vive y compartieron los últimos años de su matrimonio, pero decidieron hacerlo en Barcelona. De este modo cerraron el círculo de su historia de amor y es que en la Ciudad Condal vivieron algunos de sus mejores momentos como pareja. Allí se casaron, el 4 de octubre de 1997, nacieron sus cuatro hijos y tuvieron su primer hogar.
Te puede interesar: Las cinco claves del pacto de divorcio entre la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin
Tal y como afirma el mencionado medio, el exdeportista no recibirá ningún tipo de pensión y han llegado a un acuerdo para cubrir los gastos de manutención de sus hijos y que ambos tengan las mismas oportunidades, pues hay una gran diferencia de ingresos entre ambos. Por otro lado, se ha dejado constancia de que la vivienda de Bidart seguirá siendo únicamente de la infanta, aunque sus hijos la pueden utilizar cuando viajen a la localidad francesa.
A diferencia de otras ocasiones, Cristina vive esta etapa sola, ya que todos sus hijos están haciendo sus propias vidas lejos del hogar familiar. Mientras que Juan trabaja en Londres, en la empresa Extreme E, Pablo se encuentra en Barcelona dedicado a su carrera deportiva, pues juega al balonmano en el club Fraikin BM Granollers.
De Miguel se conoce poco, pues es el más discreto, pero se sabe que el verano pasado se graduó en Ciencias del Mar, carrera que cursaba en la universidad británica de Southampton. Irene, por su parte, ha viajado hasta Camboya para realizar un voluntariado que forma parte de su año sabático antes de comenzar sus estudios universitarios.