Jordi Évole avisa a la Policía de la estafa del teléfono roto: “Me llegó el martes a mi teléfono”

Évole ha compartido el mensaje que le llegó por SMS por redes sociales

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Jordi Évole en la presentación
Jordi Évole en la presentación de la nueva temporada de 'Lo de Évole' (LaSexta)

El fenómeno de las ciberestafas ha escalado hasta convertirse en una de las principales amenazas cotidianas para los usuarios de Internet. Canales como el correo electrónico, los mensajes de texto y las llamadas telefónicas sirven como puertas de entrada para que los ciberdelincuentes ejecuten sus estrategias de engaño. El periodista Jordi Évole recibió un mensaje que ejemplifica esta situación. Una situación, la proliferación de este tipo de estafas, en la que ya trabaja la Policía Nacional.

Évole, a través de su cuenta en la plataforma X, compartió el contenido de un SMS que recibió con la intención de advertir tanto a las autoridades como a sus seguidores. “Qué pinta de estafa tiene esto”, comentó al divulgar el mensaje. En el texto se podía leer: “Hola mamá, mi teléfono está roto. Tengo un número temporal. No puedo llamar. ¿Puedes enviar un mensaje a través de WhatsApp? -y añade el número de teléfono-”.

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Los expertos en seguridad informática recalcan la importancia de estar atentos a este tipo de señales y recomiendan ejercicio de prudencia y verificación antes de responder a solicitudes inesperadas o sospechosas que involucren compartir información personal o financiera.

Évole denuncia lo que sospecha
Évole denuncia lo que sospecha que es una estafa

¿En qué consiste?

El fraude conocido como “teléfono roto” representa una avanzada técnica de engaño y se encuadra dentro de las estafas de ingeniería social que afectan hoy en día a numerosos usuarios de móviles. Este tipo de smishing (phishing a través de SMS) consiste en que los delincuentes asumen una identidad falsa, generalmente la de un familiar cercano, para obtener beneficios económicos de manera ilícita.

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Los delincuentes envían mensajes de texto en los que pretenden ser el hijo o hija del receptor, alegando que su móvil habitual ha sufrido algún percance y que, por este motivo, han tenido que cambiar de número. Acto seguido, instan al interlocutor a continuar la comunicación a través de WhatsApp, facilitando para ello un enlace directo o solicitando que se añada el nuevo número a los contactos.

Ya dentro de la plataforma de mensajería, los estafadores despliegan tácticas para construir una relación de confianza con la víctima, recurriendo a un lenguaje familiar y solicitudes personales, hasta el punto de pedir el envío de imágenes o comentarlas. Una vez alcanzado un nivel suficiente de credibilidad, ejecutan su golpe maestro: solicitan transferencias de dinero para atender a supuestas situaciones de urgencia, como multas o facturas impagas, ofreciendo como pretexto la inaccesibilidad a sus medios bancarios.

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El contenido de estos SMS es variable, pero mantienen una estructura reconocible. Inician con un saludo familiar, seguido por una explicación sobre la imposibilidad de utilizar el móvil usual, y proponen soluciones como: “Este es mi nuevo número”, “He perdido el móvil”, entre otros. Con frecuencia, se acompaña de un enlace para abrir una conversación en WhatsApp.

Así es la estafa del botón rojo

Ejemplos de estos mensajes incluyen:

  • “Hola mamá, mi teléfono está roto. Tengo un número temporal. No puedo llamar. ¿Puedes enviar un mensaje a través de WhatsApp? -y añade el número de teléfono-”.
  • “Hola papá, este es mi nuevo número, mi otro teléfono se rompió, ¿puedes guardar este número y enviarme un mensaje por WhatsApp?”.

La estrategia se perfecciona con interacciones cada vez más personales hasta que, mediante diferentes excusas, los delincuentes piden una transferencia a una cuenta bancaria proporcionada o un pago a través de servicios de transferencia instantánea como Bizum.

Cabe destacar que una vez efectuado el pago, los estafadores desaparecerán, imposibilitando cualquier forma de comunicación posterior. Las autoridades recalcan la importancia de verificar la identidad de los interlocutores en conversaciones digitales, especialmente si se involucran peticiones monetarias, y alertan sobre el aumento de casos relacionados con este modo de fraude digital.

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