La subida de los precios del alquiler y el encarecimiento de la vivienda de obra nueva han retrasado de forma considerable la edad de emancipación de los jóvenes españoles, cada vez más lejos de la media europea, que ronda los 26,4 años. El porcentaje de menores de 34 años que todavía vive con sus padres ha aumentado diez puntos en una década, hasta alcanzar el 46% en 2022, según datos de Funcas. La brecha entre comunidades también se ha disparado y los alquileres han tocado techo este invierno en las ciudades mediterráneas y en las principales capitales del país.
El metro cuadrado de la vivienda en alquiler ha alcanzado los 11,66 euros de media en 2023, aunque muchas regiones superan la barrera de los 20 euros. En Barcelona, por ejemplo, los inquilinos pagan unos 20,96 euros por metro cuadrado, mientras que San Sebastián (20,15 euros), Ibiza (19,52 euros) y Madrid (18,99 euros) completan las primeras posiciones de la tabla. La elevada demanda y la poca oferta de pisos compartidos en alquiler obliga a los futuros inquilinos a pasar una auténtica carrera de obstáculos para conseguir un inmueble en condiciones. Los propietarios cada vez son más selectivos y suelen decantarse por personas solteras, no fumadoras y sin mascotas.
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La demanda de pisos compartidos se apiña sobre todo en las dos grandes capitales. Madrid y Barcelona concentran casi el 20% de toda la demanda nacional, según datos publicados por Pisos.com. El resto de viviendas de este tipo se reparten de una forma bastante similar a lo largo y ancho del país, con Valencia (4,93%), Sevilla (3,54%) y Granada (3,46%) en las primeras posiciones de la tabla. Los precios de las habitaciones son cada vez más prohibitivos, fundamentalmente en las capitales, donde la renta se aproxima al valor que puede tener un inmueble en cualquier ciudad pequeña.
Las ciudades más baratas para compartir piso
Los precios de las habitaciones están por las nubes, aunque la tónica no es la misma en todas las ciudades y la brecha territorial cada vez tiene más protagonismo. Barcelona se consolida como la capital más cara para compartir piso, con una renta media de 645,42 euros por habitación. La Generalitat ha anunciado recientemente que la Ley de Vivienda entrará en vigor el próximo mes de febrero y más de 140 municipios —entre ellos, la Ciudad Condal— recibirán la condición de zonas tensionadas. El top tres lo completan Madrid y Donosti, con una media de 517 euros por habitación, según datos de Fotocasa.
Los pisos compartidos se han encarecido tres décimas más que los de una vivienda entera, según el citado portal. “Esto se debe a que la demanda de arrendamiento se está dirigiendo hacia la búsqueda de pisos compartidos, porque es la única solución habitacional de muchos jóvenes para emanciparse y repartir gastos”, explica María Matos, directora de Estudios de Fotocasa. Las ciudades más baratas para compartir piso son, por este orden, Alcoi (197 euros por habitación), Jaén (237 euros), Castellón de la Plana (249 euros), Salamanca (259 euros) y Burgos (280 euros). Además, las tarifas se quedan por debajo de los 300 euros en Murcia (298 euros por habitación), Oviedo (295 euros), Valladolid (291 euros), Almería (290 euros) y Córdoba (281 euros), entre otras.