Los españoles se desmarcan de la petición de los ricos de otros países: no quieren pagar más impuestos

Un nutrido grupo de los más acaudalados del mundo, que incluye a nombres reconocidos como Brian Cox, Abigail Disney y otros distinguidos herederos de magnates y empresarios globales, ha lanzado un inaudito llamado a los líderes mundiales para incrementar los impuestos a las grandes fortunas. Su objetivo es claro: combatir la desigualdad económica y fomentar una mayor justicia fiscal. Sin embargo, esta petición contrasta con la postura de los ricos de España, quienes hasta el momento no han manifestado interés en suscribir una demanda similar.

La misiva, presentada en el marco del Foro Económico Mundial de Davos, es un enfático pedido de acción contra un sistema económico que, según sus firmantes, favorece desproporcionadamente a los más ricos. Entre los signatarios destacan emprendedores y descendientes de dinastías económicas de 17 países, con una mayoría de residencia en Estados Unidos y el Reino Unido.

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Los firmantes argumentan que cargar con una mayor tasa tributaria no mermará su calidad de vida ni la de sus descendientes y empoderará un futuro democrático mediante la inversión de fortunas que califican como “excesivas e improductivas”. En la proclama se critica que la riqueza extrema permanece sin gravámenes adecuados y se advierte de las nefastas repercusiones que la creciente desigualdad económica puede desencadenar.

Las personas más adineradas, de acuerdo al comunicado, son a su vez quienes disfrutan de los privilegios del status quo actual. Esto les permite no solo influir significativamente en los mercados y el emprendimiento, sino también beneficiarse de un escenario que han descrito como injusto y potencialmente desestabilizador. La carta recalca que es momento de que los políticos electos actúen, ya que se ha llegado a un “punto de inflexión” que incluso amenaza la estabilidad económica, social y ecológica.

La acción está respaldada por organizaciones como Patriotic Millionaires, Taxmenow, Millionaires for Humanity y la ONG Oxfam mediante una campaña que lleva el lema “Orgullosos de pagar más”. La iniciativa destaca la participación de multinacionales como la familia Disney, Bosch y Rockefeller, aunque llama la atención la ausencia de magnates de España entre los firmantes.

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Marlene Engelhorn, heredera del gigante químico BASF, se posiciona como un icono de la campaña al exhibir un letrero que clama “¡Impuestos a los ricos!” frente al Palacio de Congresos esta semana, llevando la protesta desde la teoría a la práctica visible.

En su llamado a la acción, los firmantes enfatizan que su propuesta de una fiscalidad más justa no es una noción radical, esbozan que su campaña está fundamentada en un análisis racional de la realidad económica emergente y proclaman que, si bien se benefician y son parte activa del sistema actual, comparten un compromiso filantrópico y un profundo interés por cuestiones medioambientales y sociales.

Con elecciones programadas en múltiples países este año, el grupo ve una oportunidad idónea para instar a los políticos a adoptar políticas de justicia fiscal que preserven la democracia. Asimismo, alertan sobre una proyección preocupante: el surgimiento del primer billonario en la próxima década si no se toman medidas efectivas.

Mientras las voces de estos ricos se alzan para pedir más impuestos, la discrepancia con la postura de los adinerados españoles es notable, mostrando la diversidad de opiniones frente a la riqueza y la responsabilidad fiscal en diferentes culturas y países.