393 fugitivos “cazados” en un año, la mayoría extranjeros. Es el saldo del pasado 2023 de la Sección de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional, que abrió más de 1.000 nuevos expedientes sobre prófugos que podrían ocultarse en nuestro país. Estas cifras de eficacia policial tumban la falsa creencia de que España es un buen escondite para los delincuentes que rehúyen de la acción de la justicia. Entonces, ¿por qué continúan llegando desde todas las partes del mundo?
El inspector jefe Fernando González lleva varios años al frente del grupo, integrado por una veintena de agentes. En una entrevista con Infobae España, relata que “cuando les preguntas -a los fugitivos detenidos- por qué están aquí, te dicen que se vive muy bien”. No tiene más explicación: “Al igual que a los buenos les gusta España, a los malos también”.
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No existe un perfil concreto del prófugo oculto en nuestro país, menos aún por razón de su origen. Desde alemanes a colombianos pasando por delincuentes de Europa del Este. Pero sí se detectan ciertos rincones del territorio nacional que son predilectos para los fugitivos. “Si ves un poco el panorama de dónde está aquí la gente, el dinero o la calidad de vida, la gente lo asocia al sur, el sol y la playa. La Costa del Sol, Alicante y Cataluña son lugares que suelen gustar”, afirma el inspector jefe.
Además, en esos puntos del país hay numerosas colonias de británicos y alemanes, donde sus fugitivos nacionales “se sienten como en casa”, cuentan con un “plus de protección” y no tienen problemas con el idioma. Esos escondites añaden un extra de dificultad a las siempre complejas búsquedas de prófugos: “Cuando nosotros, españoles, entramos una comunidad de británicos, donde hay bares de británicos, llamamos demasiado la atención”.
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El idioma, barrera para los europeos fuera de esas colonias, es el principal atractivo para los fugitivos latinoamericanos. España es el lugar ideal para estar a miles de kilómetros de donde se les busca y no sufrir un “choque cultural” acusado. “Es Europa, otro continente, pero la vida es muy similar”, destaca Fernando González.
¿A dónde huyen los delincuentes españoles?
España es un país que gusta a los prófugos extranjeros, pero ¿a dónde huyen los delincuentes españoles? El inspector jefe revela que, pese a la presión policial, suelen permanecer en territorio nacional, normalmente por las mismas razones que hacen decantarse a los extranjeros por nuestro país.
Cada fugitivo, sea nacional o extranjero, actúa de una forma “completamente diferente al resto”, siempre dependiendo de “los recursos de los que dispone, sus personas de confianza o las vías de escape a su alcance”. Fernando González suele poner como ejemplo dos casos paradigmáticos.
El primero es el de un prófugo holandés buscado en su país por abusar y matar a un niño en el campamento en el que trabajaba como monitos. Tras varios años de investigación, fue localizado en una población rural de Cataluña, en la montaña. “Se había recorrido toda Europa intercambiando trabajo por alojamiento en albergues”, recuerda el inspector jefe.
El segundo caso, o puesto al anterior, es el de el mexicano Emilio Lozoya Austin, exdirector general de la petrolera Pemex y acusado de corrupción. Los agentes de la Policía Nacional indagaron en su estilo de vida y descubrieron que tenía “contactos con los rusos” y una pasión: el golf. Acabó siendo detenido en una urbanización de lujo, con campo de golf, en Benahavís (Málaga).