El proyecto Elysium City visionaba un paraíso ecologista en la región de Extremadura, una ciudad arraigada en su entorno, pero que mirase hacia el futuro sin perder el aprecio por la naturaleza y el balance con los ecosistemas. Sin embargo, el lema que llevaban por bandera ha sido la razón por la que la justicia ha tumbado el proyecto: el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) lo anuló este lunes por falta de evaluaciones ambientales.
Campos de golf, casinos y chalets de lujo, parques acuáticos, hoteles de lujo y resort.... Elysium City prometía un oasis de ocio y residencia en una ciudad comprometida con el medioambiente. El macroproyecto, denuncia Ecologistas en Acción, iba a desarrollarse dentro de la Reserva de la Biosfera de La Siberia, localizada en el municipio de Castilblanco (Badajoz). Fue la organización medioambiental la que llevó a la Junta de Extremadura a los tribunales, pues entendía que Elysium City dañaba gravemente el ecosistema de la zona.
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La <i>smart city </i>de 18.000 millones de euros
El proyecto parecía desde el primer momento “una idea fantasiosa” para Ecologistas en Acción, una iniciativa que no era viable ni económica ni medioambientalmente. “Pensábamos que la Junta y los técnicos iban a poner el freno, pero no fue así”, explica a Infobae España Ángel Calle, abogado de la organización.
Elysium City se presenta por primera vez en 2018 con la compañía Cora Alpha S.L., que cesa su actividad en 2018 por problemas técnicos. El proyecto lo retoma Castilblanco Elysium Corporation S.A y su actual promotor, Francisco Nunchera, está siendo investigado por una deuda de casi dos millones de euros con Hacienda con la empresa Nunchera & Nunchera, vinculada con la macrociudad.
El 30 de diciembre del año 2020, la Junta de Extremadura aprobaba el Plan de Ordenación con Incidencia Territorial y Proyecto de Ejecución de Grandes Instalaciones de Ocio (POITEGIO), que clasificaba a Elysium como “gran instalación de ocio”.
La nueva smart city (ciudad inteligente que integra las tecnologías digitales en sus redes, servicios e infraestructuras) iba a ocupar 1.185 hectáreas y necesitaba una inversión global de 18.000 millones de euros. Planeaba la construcción de nueve distritos con 7.390 plazas de alojamiento hotelero, campos de golf, casinos y chalets de lujo, y preveía la creación de 56.252 puestos de trabajo de manera directa. La ciudad, pensada para “redescubrir el valor de la conexión entre el ser humano y la naturaleza”, prometía un campus universitario, estadios deportivos y hasta un parque temático, con cabida para unos 90.000 habitantes.
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El proyecto caería en medio de La Siberia extremeña, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2019. Sus paisajes de zonas rocosas, regadíos y humedales están incluidos en la red ecológica europea Natura 2000.
“Este espacio era ideal para ellos. Estaba cerca de Madrid, que era lo que querían, tienen un embalse al lado (embalse de García de Sola) del que se pueden suministrar, aunque no lo dicen; y sobre todo tiene poca población en la zona. Era el lugar ideal para hacer esto”, comenta Calle.
Toda la actuación prometía elaborarse con respeto a los sistemas naturales, si bien se desarrollaba en pleno corazón de La Siberia, muy próximo a las zonas núcleo de esta reserva. Nuchera ha asegurado que “no existe afectación alguna a la Red Natura 2000 ni a los espacios de zonas ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves)” y que “cumple con todas las medidas ambientales exigibles”. Algo que desmiente el Documento de Alcance del Estudio Ambiental Estratégico de la Junta de Extremadura.
“La afección al paisaje es incuestionable”
Elaborado en noviembre de 2020, reconocía “la afectación directa a algunas de las zonas denominadas de transición y tampón”, así como a una Zona de Especial Protección para las Aves. Elysium contemplaba estos espacios como “zonas verdes” dentro del complejo, lo que, como aclara el documento de alcance, “le hace perder la condición de ‘espacio natural protegido’”. Asimismo, apuntaba que “las consideraciones del proyecto sobre el agua precisa y su disponibilidad es pura especulación”.
“Estamos hablando de una ciudad que va a tener un consumo semejante a la ciudad de Cáceres”, apunta Calle. El consumo estimado para Elysium era de 8 hectómetros cúbicos, que se ampliaría hasta los 9,4 hectómetros cúbicos en los 20 años siguientes. “No hay en el proyecto nada que justifique dónde se va a obtener el agua, con qué suministro, si van a ser pozos, si van a ser embalses… Y sobre todo es que nadie ha consultado a la Confederación Hidrográfica del Guadiana a ese respecto”, añade el abogado, que asegura que el embalse de García de Sola no está preparado para acoger a Elysium. “No hay posibilidad de agua para ese complejo”.
El gran problema era el gran desconocimiento de cuál sería el verdadero impacto ecológico: faltaban estudios ambientales que determinasen la actuación en zonas verdes, la gestión de residuos o la afección a los recursos hídricos de la zona. “Este proyecto tendrá una afección ambiental indirecta sobre el área protegida difícil de evaluar inicialmente, pues se desconocen los detalles del proyecto”, aseguraba la Dirección General de Sostenibilidad. En el propio texto, señalan la falta de información y la necesidad de que el promotor llevase a cabo nuevos estudios ambientales. La compañía siempre ha defendido que planeaba entregarlos a posteriori, lo que ahora ha sido rechazado por la justicia.
“La afección al paisaje es incuestionable, dadas las dimensiones y características del proyecto en un entorno rural, agropecuario, casi deshabitado”, reza el texto, que advierte “que a buen seguro este proyecto tenga efectos significativos sobre la Red Natura 2000, por mucho que el promotor haya cuidado en declarar no urbanizables los espacios comprendidos dentro de la ZEPA”.
A pesar de las reticencias en el impacto ambiental, la Junta dio el visto bueno a Elysium. Ecologistas en Acción mostró en 2022 “su rechazo rotundo a este disparate” e interpuso un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, que ha fallado a su favor. El TSJEx ha calificado de “incompleto” el proyecto y asegura que para su aprobación “es necesario que se hayan hecho los estudios y evaluaciones ambientales”.
La Junta señala la falta de responsabilidad del anterior gobierno
Tras la sentencia, la Junta de Extremadura ha lamentado “que el Gobierno anterior actuase sin la diligencia y la responsabilidad exigidas” en materia de gestión ambiental y energética. “Resulta evidente que se dio luz verde al Plan de Ordenación con Incidencia Territorial y Proyecto de Ejecución de Grandes Instalaciones de Ocio, a sabiendas de que faltaban muchos requisitos”, apuntan desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible.
El Ejecutivo autonómico ha asegurado que no recurrirá el fallo del TSJEx y aclara que está analizando “las posibles actuaciones a acometer tras la sentencia”. La postura de la Junta ha sido criticada por el PSOE extremeño. “Es un error grave que la señora Guardiola no recurra esta sentencia”, aseguró la portavoz socialista, Soraya Vega. “Si este proyecto se cae, solo va a haber una persona culpable, que va a ser la señora presidenta de la Junta”, añadió.
“Este proyecto no va a seguir adelante”, asegura Calle, que lo considera “un proyecto fantasma”. “Ya le pueden dar las vueltas que quieran, que nosotros vamos a estar en frente”.