Buena parte de los cambios en materia económica en España han entrado en vigor el 1 de enero de 2024. Pero otros lo harán a partir del 1 de junio. Este es el caso de la reforma de los subsidios por desempleo que contempla el Real Decreto-ley 7/2023, de 19 de diciembre. La reorganización de esas prestaciones supone que dejarán de estar gestionadas por el Servicio Público de Empleo (SEPE): pasarán a manos del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y se cubrirán a través del Ingreso Mínimo Vital (IMV). Por ello, hay una ayuda de 5.000 euros anuales que el SEPE solo mantendrá unos meses más.
Esta modificación se produce después de que esas prestaciones se hayan incorporado al nivel asistencial en los últimos años, al “no ser subsidios por desempleo en el sentido estricto”, según indican desde el SEPE. Una de las ayudas que se verá afectada es la Renta Activa de Inserción (RAI), que se dirige a las personas que están en situación de desempleo y en búsqueda activa de empleo. Así, su objetivo es incrementar las posibilidades de volver al mercado laboral, pero solo puede recibirse durante unos meses.
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A partir del 1 de junio, la RAI no será el único subsidio que estará cubierto por el IMV: a este se une el Subsidio Extraordinario por Desempleo (SED), el que pueden recibir los emigrantes españoles retornados y las personas liberadas de prisión el destinado, y el que está disponible para aquellos a los que se les revisa una incapacidad permanente y pueden volver a trabajar, pero no mantienen su puesto de trabajo en su antigua empresa.
Cuáles son los requisitos para recibir la Renta Activa de Inserción
Como sucede con el resto de subsidios por desempleo, para que sea posible acceder a la RAI es necesario cumplir una serie de requisitos, tanto generales como específicos:
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- No tener ingresos propios superiores al 75% del Salario Mínimo Interprofesional en 2023, es decir, 810 euros mensuales. Además, la suma de los ingresos de toda la unidad familiar, dividida por el número de personas que la componen, no deben superar ese tope de rentas por miembro.
- Ser parado de larga duración, lo que implica llevar apuntado al SEPE, como mínimo, 12 meses.
- Estar inscrito como demandante de empleo desde hace, al menos, un año. En este cómputo no se tiene en cuenta el haber interrumpido el periodo de inscripción si se trabaja menos de 90 días. En cambio, la salida al extranjero sí se entiende como una interrupción, excepto si no se superan los 15 días en ciertos casos.
- No haber recibido esta ayuda en el año anterior, ni haberla pedido tres veces.
Cuánto dinero se cobra con el subsidio por desempleo
La RAI es una ayuda extraordinaria que proporciona una dotación económica de 480 euros al mes a sus beneficiarios. Aunque lo cierto es que esta solo puede recibirse durante un máximo de 11 meses por lo que, en total, supone unos 5.280 euros al año.
Así, los desempleados de larga duración que han cumplido 45 años, los emigrantes retornados mayores de 45, las víctimas de violencia de género o personas con discapacidad igual o superior al 33%, que tienen dificultades para incorporarse al mercado laboral, pueden contar con este ingreso durante un tiempo.
Esta prestación, a diferencia del resto, no tiene que solicitarse al SEPE inmediatamente después de agotar el paro, ya que es posible hacerlo en cualquier momento de la vida profesional, tras haber percibido esa prestación contributiva y haber agotado otros subsidios por desempleo. No obstante, quienes ya tengan aprobada la ayuda podrán seguir disfrutándola en las mismas condiciones, dado que los cambios solo afectarán a las personas que la soliciten a partir del 1 de junio.