El impresionante palacio que esconde uno de los pueblos más bonitos de España

Se trata de una pequeña villa costera de Cantabria que alberga varias joyas arquitectónicas y un rico patrimonio natural, ideal para pasar unos días de disfrute y desconexión

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El pueblo más pequeño de Cantabria: naturaleza y gastronomía en mitad de la montaña.

Su patrimonio, urbanismo, limpieza, conservación de las fachadas, el cuidado de flores y zonas verdes… Son muchos los aspectos que se tienen en cuenta para incorporar un lugar a la red de ‘Los pueblos más bonitos de España’. Y es que el país tiene un sinfín de rincones cuya belleza hace que merezca la pena descubrirlos. Tal es así que, desde el 1 de enero de 2024, la lista incorpora 116 localidades, después de sumar cinco nuevas. Pero hay una que se localiza en Cantabria y destaca sobre el resto por albergar un palacio impresionante y unas joyas arquitectónicas espectaculares.

Parauta (Málaga), Ampudia (Palencia), Comillas (Cantabria), Trevejo y Trujillo (Cáceres) son los nuevos municipios que tienen el honor de recibir un valioso título: son algunos de los pueblos más bonitos de España. Desde la asociación aseguran que tan solo un 20% de los territorios que piden entrar en este ranking lo consiguen. Estos deben reunir varios requisitos, siendo uno de los principales tener menos de 15.000 habitantes y un patrimonio natural o arquitectónico reconocido. A ello se une que han de contar con elementos que embellezcan sus calles y plazas y que favorezcan la buena calidad de vida de sus habitantes y turistas.

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Aunque se sumaron cinco localidades a la red, hay una especial: Comillas. Llama especialmente la atención que no hubiera formado parte de esta lista antes. Y es que se trata de un pequeño pueblo costero de Cantabria, que combina naturaleza y mar. Ubicado entre suaves colinas, una de sus señas de identidad son sus cuestas pronunciadas y praderas. De ahí que sea de visita obligada para los turistas que deciden pasar sus vacaciones o un fin de semana de desconexión en Cantabria.

Comillas, un pequeño pueblo costero entre colinas

Comillas, un pequeño pueblo costero entre colinas. (Shutterstock)
Comillas, un pequeño pueblo costero entre colinas. (Shutterstock)

Antonio López y López, un destacado empresario de Comillas, marcó un antes y un después en esta localidad cántabra, al impulsar el desarrollo modernista en la zona. El también conocido como primer Marqués de Comillas, nacido en 1817, forjó su fortuna y poder tras emigrar a América, llegando a ser uno de los hombres más ricos e influyentes de España y cercano a Alfonso XII. Su legado arquitectónico incluye obras de Joan Martorell y Antoni Gaudí, por lo que transformó el municipio en un referente del modernismo.

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La casa Ocejo y los trabajos de Luis Doménech y Montaner en Comillas son otros ejemplos de la huella modernista de la época, reforzada por la presencia de obras de Gaudí fuera de Cataluña, como El Capricho, un edificio emblemático diseñado para el concuñado de López. Esta influencia artística se observa a través de las creativas e innovadoras estructuras que adornan la localidad cántabra.

El amplio legado de López se completa en las aportaciones de Doménech y Montaner en los distintos rincones de Comillas, como la Fuente de los tres caños, la puerta de la Universidad Pontificia y el Cementerio, además de un monumento en su honor. El toque de Gaudí se aprecia particularmente en la Puerta del Moro y El Capricho, que se ha convertido en un símbolo de la región y muestra la genialidad del arquitecto catalán.

Una construcción de estilo neogótico que marcó un antes y un después

El Palacio de Sobrellano es una de las joyas arquitectónicas de Comillas. (Shutterstock)
El Palacio de Sobrellano es una de las joyas arquitectónicas de Comillas. (Shutterstock)

Si hay algo que las personas que visitan Comillas deben descubrir es el Palacio de Sobrellano, una edificación de estilo neogótico diseñada por Martorell y amueblada por Gaudí. Antonio López y López modernizó su villa natal con la primera instalación de luz eléctrica del país, destinada a recibir al rey Alfonso XII en 1881.

También conocido como Palacio de los Marqueses de Comillas, es un destacado monumento construido en el siglo XIX como parte de un conjunto arquitectónico que incluye también una capilla-panteón y un parque. Está construido con mampostería de piedra y cuenta con una rica decoración escultórica en su fachada, así como amplios jardines que lo rodean.

Uno de sus grandes atractivos es su decoración interior, donde se encuentra mobiliario de la época y obras de arte, algunas de ellas realizadas por el propio Gaudí, quien también diseñó la capilla-panteón adyacente al palacio. Desde el año 1985, el Palacio de Sobrellano está declarado Bien de Interés Cultural, lo que subraya su importancia arquitectónica y cultural.

Por si esto fuera poco, en la actualidad ofrece visitas guiadas, algo de lo que pueden aprovecharse todos los que quieran conocer su historia. Su importancia radica no solo en su belleza y valor histórico, sino también en su vinculación con personajes relevantes de la historia de España y como ejemplo notable de la arquitectura neogótica del país.

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