Desaparece uno de los peajes más largos y caros de España: ¿cuándo no habrá que pagar?

La tendencia en España es a que las carreteras se queden sin peajes. Después de décadas tratando de recaudar por este medio se ha llegado a la conclusión de que no es lo óptimo, así que gradualmente se van abriendo vías que hasta el momento eran de pago.

Aunque tengan cierto interés para la circulación, especialmente para evitar atascos en determinados momentos, ha sido difícil encontrarle la rentabilidad a muchas de estas carreteras y no ha sido del todo útil en cuanto a la ordenación del tráfico. En el futuro se barajan otro tipo de alternativas que consigan que no haya atascos y tampoco carreteras vacías, algo que ocurría con cierta frecuencia en algunas carreteras de peaje.

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Por eso mismo desde el Ministerio de Transporte y Movilidad Sostenible se ha anunciado que se está trabajando en la posibilidad de eliminar peajes. Esta decisión se tomó en abril del año 2020, momento en el que se planeó un tope de 30 años para eliminar completamente las autovías y autopistas de peaje en España.

Es más, existe una fecha pensada para que las carreteras nacionales se queden sin peajes, el 19 de noviembre de 2019. En ese momento finalizará el que en la AP-6 comunica Castilla León y la Comunidad de Madrid, que es hoy en día uno de los más largos y, consecuentemente, de los más caros. También se suprimirán los que afectan a los ramales AP-51 de Ávila o la AP-61 hacia Segovia.

El trabajo comenzó con la eliminación en 2018 el peaje de la AP-1 entre Burgos y Armilón pero se tardará once años más en suprimir los que afectan al tramo Villalba-Adanero, además de las vías AP-51 (Villacastín-Ávila) y AP-61 (San Rafael-Segovia). Este tipo de planes siempre son de efecto lento.

Para dar ese paso el ministerio también tiene pensado adecuar las vías a la nueva realidad. Desde el ministerio de Transportes se plantea remodelar los enlaces existentes e implantar otras medidas que permitan canalizar el tráfico creciente y reafirmar la conexión entre los distintos lugares. Si hay un aumento significativo en las carreteras que hasta ese momento sean de peaje, algo previsible, es posible que se creen carriles adicionales para algunas de la carreteras.

En general, las infraestructuras de transporte viven siempre en una continua evolución. Entre las actuaciones que están previstas en el futuro también hay otras que no afectan tanto al tráfico en sí como al entorno y a las consecuencias que tiene la circulación. El plan prevé adoptar medidas contra el ruido que general las carreteras y también ampliar las áreas de servicio, en cumplimiento de los requisitos que marca la Unión Europea. Además, también se plantearán nuevos aparcamientos en previsión del tráfico invernal.

El plan que contempla todas estas actuaciones empezará con un estudio informativo con un plazo de 30 meses que será realizado por medio de un contrato valorado en 1,13 millones de euros. Así, a principios de 2025 se espera recibir el primer documento. Las compañías interesadas en optar a este contrato podrán ofertar hasta abril del este año.