Carlo Costanzia culpa a sus padres de su infeliz y mediática infancia: “Las drogas eran la mejor manera de evadirme de todo”

Carlo Costanzia se ha sentado la noche de este viernes en el programa ¡De viernes! para hablar largo y tendido de su complicada infancia y adolescencia. Desde que el hijo de Mar Flores y Carlo Costanzia llegó al mundo, sin quererlo, su vida estuvo situada en el centro de los focos, dada la popularidad de la que gozaban sus padres en aquella época.

“Mis padres se separan cuando yo tengo apenas un año”, ha explicado el que fuera Jairo en la serie de Netflix Toy Boy, dejando entrever que este hecho acrecentó su protagonismo ante las cámaras. Es por ello que el actor de 31 años culpa a sus progenitores de la “infeliz y mediática” infancia que vivió y que le ha marcado durante toda su vida.

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“Mi infancia no es feliz. Una infancia subyogada bajo el foco mediático a toda la prensa que se podría hacer en este momento de mi padre y de mi madre, me llevó a vivir una vida peculiar”, ha manifestado en el espacio de Telecinco. El hecho de que la icónica modelo y el empresario tuvieran un tortuoso divorcio mediático provocó que él se situase en el ojo del huracán a temprana edad, siendo objeto de incluso de rapto.

“Tengo recuerdos muy feos de encontronazos de la prensa con mi familia, incluso a nivel físico”, ha manifestado, haciendo referencia a la situación que protagonizó en la casa de su abuela y en el que él terminó con un ojo morado en el hospital.

La situación era tal, que Carlo Costanzia ningún recuerdo de sus padres juntos, “solo las fotos que pueda haber de ellos antes de tenerme a mí o de la boda”. “Qué pena que todas estas cosas tuvieran que reflejarse en televisión y que lo viera todo el mundo. Yo con esto siempre he tenido un desacuerdo total. Los trapos sucios de cada uno deben lavarse en su propia casa”, ha sentenciado y ha añadido que tras su separación los dos empezaron una batalla pública por quedarse con su custodia.

“Cada uno emplea los recursos que tiene para conseguir lo que quiere, que en este caso era mi custodia. Entiendo que sea muy tentador, por el dinero que pueda haber de por medio, el querer hacer una justicia particular, pero yo no estoy de acuerdo con esto”, ha dicho, haciendo referencia a las diferentes entrevistas que ofreció el aristócrata italiano y la expareja de Fernando Fernández-Tapias.

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“No te dejan vivir, no puedes ir a cenar, no puedes ir a comer, no puedes ir a ningún lado”, ha confesado, añadiendo que en aquel entonces no entendía lo que pasaba, pero aquella situación empezaba a hacer mella en su día a día. Y en este sentido, ha asegurado que “sería importante que se interiorizara un poco más los problemas que esto puede llegar a causar un niño”.

“En el colegio me hacían mucho bullying y maltrato psicológico continúo. Un niño es pequeño, pero entiende las cosas y las opiniones de otros niños. Hacían insultos muy fuertes a mi madre por sus parejas, eso hacía que la llamarán de una cierta manera. Los mayores te insultan, te pegan…”, ha rememorado.

Carlo Costanzia ha confesado que llegaba a su casa y la sensación de malestar le provocaba que este se encerrase en su cuarto. Fue entonces cuando empezó a recibir ayuda psicológica. “Tenía pensamientos que no son los que debería tener un niño de seis o siete años”, ha desvelado, poco antes de afirmar, que empezó a tomar antidepresivos.

“Las autolesiones llegaron poco después, cuando yo era más consciente de que me estaba haciendo daño a mí mismo”, ha explicado en el espacio de Mediaset. Además, en estos duros momentos quien estuvo a su lado fue su niñera, ya que la alta carga laboral de Mar Flores le impedía estar al pendiente de él.

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“Las drogas era la mejor manera de evadirme de todo esto”, ha confesado, aludiendo a que vio en este tipo de sustancia su vía de escape de esta realidad. “Es una pesadilla no tener referencias familiares, ni materna, ni paterna. Un niño lo pasa muy mal. Al final ahí te falta algo”, ha dicho.

“Yo tengo amigos en Italia que les contaba las cosas que me pasaban y ellos pensaban que era un mentiroso crónico porque es que eran cosas que se escapaban de la realidad”, ha recordado. El nivel de repercusión y fama de su madre afectó tanto su día a día que tuvo que ser trasladado a un internado en Italia, donde su situación mejoró, pues allí se sentía “una persona normal”, ya que su presencia pasaba desapercibida.