El sistema MIR (Médico Interno Residente) no siempre fue lo estandarizado. Durante años, los médicos se formaban como podían, a través de maestros o tutores que les enseñaban sus conocimientos en alguna especialidad médica. Con el tiempo y la llegada de nuevas regulaciones en el sector, muchos se quedaron descolgados por la falta de plazas para entrar en la Formación Sanitaria Especializada (FSE).
Fue así como surgieron los Médicos Especialistas Sin Título Oficial (MESTO). Estos licenciados en Medicina y Cirugía llevan años prestando sus servicios tanto para el sistema público de salud como el privado.
Te puede interesar: El sistema MIR, analizado por médicos españoles: “Es rentable a base de pagar bajos sueldos a los médicos residentes”
La formación médica en España antes del MIR
Tras la Guerra Civil Española la obtención del título oficial de especialista estaba desregulada. Un médico podía entonces autonombrarse especialista para ejercer cualquier área de la Medicina sin ningún tipo de organización. El Estado comienza a cerrar el coto en 1955 con una ley que controlaba las titulaciones. Con esta normativa, la especialización requería matriculare en las escuelas profesionales de especialidad. Durante dos años, los licenciados aprendían de un maestro y, una vez superado el periodo, solicitaban la titulación al Ministerio de Educación. Se trataba de un sistema sin homogeneidad y apenas controles.
En los años sesenta, algunos hospitales comienzan a implantar la formación de médico interno residente. El Hospital General de Asturias fue pionero en este programa. La formación consistía en un año viviendo en el hospital como interno rotatorio por distintas especialidades y tres años en la especialidad elegida. Este programa se fue extendiendo y consolidando por otros centros de España. El primer examen MIR llegó en 1978, pero no fue hasta el año 1984 que la Formación Sanitaria Especializada se consolidó como la única vía legal para llegar a ejercer las distintas ramas de medicina.
Te puede interesar: Este es el sueldo mínimo sin guardias que cobra un médico residente MIR en España
Sin embargo, como explica la Asociación de Médicos y Farmacéuticos Especialistas Sin Título Oficial, el reducido número de plazas en el sistema de residencia MIR dejó fuera en las última décadas del siglo XX a más de un 40 % de los licenciados de Medicina, que no podían acceder a la única vía de formación especializada. Los licenciados continuaron formándose en escuelas profesionales, pero no podían obtener un título oficial.
Una figura en extinción
Con la estandarización de la formación médica, estos profesionales son cada vez menos frecuentes, pero siguen presentes en algunos hospitales y su contratación ha sido llevada ante la justicia en algunos casos. En 2018, la Asociación Defensor del Paciente reclamó investigar la contratación de dos anestesistas que no tenían la homologación necesaria para atender pacientes en un centro sanitario de Jaén.
Los perfiles de los MESTO se han ido regularizando a través de Reales Decretos e iniciativas parlamentarias. “Los MESTO son verdaderos especialistas, que ejercen su actividad profesional como médicos dentro de una especialidad con plena responsabilidad y cero supervisión, avalados por su quehacer diario de entre 15 y 30 años de ejercicio. En muchos casos contratados por la administración para el ejercicio de la medicina y la cirugía especializadas”, defiende la Asociación de Médicos y Farmacéuticos Especialistas Sin Título Oficial.
Aunque todavía hay una falta de regulación, existen distintas sentencias que avalan el nombramiento de los MESTO. El Tribunal Supremo, por ejemplo, permite bajo determinadas circunstancias incorporar a médicos sin título de especialista. Su incorporación suele suponer “una necesidad eventual extraordinaria” y sus contratos finalizan cuando se designa a un facultativo especialista, “sin que dicha condición resolutoria pueda considerarse abusiva ni arbitraria”.