Se abre la puerta del despacho de Fernando González, inspector jefe de la Sección de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional, mientras atiende a Infobae España. “La tenemos” le dice uno de los suyos sobre una prófuga a la que acaban de ubicar. Son los cazadores de los asesinos, violadores, narcotraficantes y pederastas más buscados. Siguen la pista sin descanso de más de mil fugitivos al año. Veinte agentes que sacrifican el tiempo con sus familias para entregarse a una de las especialidades más exigentes de la Policía. “Nuestra vida depende de la vida de los malos”, afirma el inspector jefe del grupo.
Los cazadores de fugitivos no saben cuándo pueden localizar a uno de los más buscados. Su centro de operaciones está en el Complejo Policial de Canillas, en Madrid, pero habitualmente los prófugos se esconden a cientos o, incluso, miles de kilómetros, por lo que los viajes son parte esencial de su labor. “Implica estar lejos de la familia y renunciar a tener hobbies. Nuestro trabajo es incompatible con esa estabilidad”, remarca Fernando González.
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La Sección de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional protagonizó una serie documental en Movistar Plus+. El nombre del grupo ha vuelto al foco por la fuga del sicario Yousef Mohamed Lehrech, alias ‘El Pastilla’, de la cárcel de Alcalá Meco, el pasado 23 de diciembre. Desde entonces, dar con su paradero es una prioridad para estos veinte agentes.
Se dividen en dos subgrupos de una decena de policías cada uno. El primero se dedica a la búsqueda de fugitivos nacionales -en España y el extranjero- y de Latinoamérica, mientras que el segundo persigue a los prófugos del resto del mundo, principalmente europeos, que eligen nuestro país como refugio.
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Fernando González y sus compañeros han acuñado el término “turboinvestigación” para describir su dinámica de trabajo. Son miles de expedientes de fugitivos abiertos y solo veinte policías “con su vida, sus turnos y sus vacaciones” para perseguirlos, por lo que viven “el momento”. No obstante, priorizan los casos según su gravedad, aunque el inspector jefe reconoce que también les afecta la “presión mediática”, como por ejemplo en el caso de ‘El Pastilla’.
La colaboración ciudadana
La Policía Nacional difundió la imagen del prófugo ceutí para pedir la colaboración ciudadana, que es una de las mejores herramientas de los cazadores de fugitivos. Más allá de las llamativas campañas de ‘Los más buscados’, la ayuda de la gente de a pie es clave para resolver muchos de los casos. “Cada vez que salimos a la calle le preguntamos al del bar, al vecino, al portero, al de la tienda, al que ha visto esto o lo otro... Para nosotros es fundamental”, explica el inspector jefe.
Y es que es “imposible” que un prófugo, pese a estar encerrado durante meses o años, no tenga ningún contacto con el exterior. Ejemplo de ello es Hugo ‘El Pollo’ Carvajal, el exjefe de la inteligencia militar de Venezuela que estuvo escondido durante años en distintos pisos de Madrid y otros puntos de España, pero siempre “tenía una persona que era su conexión con el exterior”.