La ofensiva “sin cuartel ni descanso” del PP de Alberto Núñez Feijóo va a tener que esperar hasta el 28 de enero, cuando los populares han convocado un gran acto contra los pactos de Pedro Sánchez con Junts. Y es que esta semana, la misma en la que se presentan las enmiendas de la ley de amnistía, el Partido Popular y el PSOE están viviendo un discreto idilio ideológico. Todo comenzó este lunes, 15 de enero, cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desveló en una entrevista en El País el plan del Gobierno para proteger a los menores del porno y pidió apoyo a todos los grupos para sacarlo adelante, y el PP respondió acusando a los socialistas de “copiar” su propuesta: primera coincidencia.
Después fue el PP el que sacó una propuesta que, al fin y al cabo, ya venía llevando a término el Gobierno en anteriores ocasiones. Tras el acuerdo con los sindicatos para la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta los 1.134 euros al mes, el Partido Popular no solo avaló la subida (segunda coincidencia), sino que denunció que el Ejecutivo de Sánchez se quedaba con el 44% “vía impuestos”, por lo que proponía elevar el mínimo exento de tributación de los 15.000 a los 15.866 euros, para que la subida la pagase el Gobierno, sin “ir a medias” con los autónomos y las empresas. El Ministerio de Hacienda anunció la aprobación del SMI junto con un aumento del mínimo exento para evitar el aumento en las retenciones, recordando que el aumento del SMI siempre ha ido de la mano de modificaciones en el IRPF, y que esta vez no iba a ser una excepción, como se apresuraba a señalar el PP.
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Pero estos no serían, ni mucho menos, los únicos planteamientos en los que iban a coincidir Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez. Aún queda el plato fuerte, nada más y nada menos que la reforma de la Constitución para eliminar del artículo 49 la palabra “disminuidos”. Este último acuerdo no quedó exento de críticas por parte de Vox que, siempre que puede, alza la voz contra el PP y su “blanqueamiento” a lo que consideran un golpe de Estado que da Pedro Sánchez y sus “socios separatistas”.
Los discursos durante el debate para arrancar la tramitación parlamentaria de esta medida, que se aprueba este jueves en el Congreso, estuvieron plagados de alabanzas al consenso político. Mientras que el PP de Pablo Casado había bloqueado la reforma constitucional, el de Núñez Feijóo la impulso “con urgencia”. Para el líder de la oposición, con este apretón de manos con el PSOE, “la política alza el vuelo sobre la refriega cotidiana y los intereses personales”, pronunció desde la tribuna, desde donde señaló el descubrimiento de “un oasis en el desierto de la crispación que algunos han elegido”.
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El PP busca ser propositivo
No es coincidencia que el Partido Popular haya coincidido en tantos temas con el PSOE durante esta semana: Alberto Núñez Feijóo busca ser propositivo para no enrocarse tanto en la amnistía, señalan fuentes de la Dirección Nacional del partido. Sin embargo, el acuerdo sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sigue en el aire. La última información vino de la mano del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, que aseguró que si los populares y socialistas habían alcanzado un acuerdo para reformar la Constitución, también serán capaces de renovar el gobierno del Poder Judicial.
Durante la reunión entre Sánchez y Feijóo en el mes de diciembre en el Congreso, el líder de la oposición pidió un mediador para que la negociación echase a andar, apuntando directamente a la Comisión Europea. Sánchez aceptó la propuesta y cada uno puso sus cartas sobre la mesa: Félix Bolaños negociaría por parte del PSOE y Esteban González Pons por el PP. Para supervisar la mesa, también se habló del actual comisario de Justicia europeo, Didier Reynders, pero, a día de hoy, no hay ningún avance sobre este asunto.