A menos de un mes para que arranque el Año Nuevo chino, que en esta ocasión será el del Dragón, Juncheng Shang tendrá que enfrentarse a uno de ellos, en términos tenísticos, en la tercera ronda del Abierto de Australia. En la que ya es su mejor participación en un Grand Slam, el jugador chino, de 18 años y número 140 del mundo, tendrá enfrente el sábado a todo un Carlos Alcaraz, segundo cabeza de serie. El partido motivará una circunstancia insólita hasta ahora para el español: recién alcanzados los 200 choques como profesional, el siguiente será el primero en la ATP en el que su rival será más joven que él. Cosas de la precocidad, en uno y otro sentido.
Shang es una de las sorpresas positivas de la competición en Melbourne. Tanto es así que Alcaraz ha reconocido abiertamente que le conoce bastante poco y que tiene trabajo de scouting por delante. “Nunca he jugado contra él ni hemos entrenado, pero sigo sus resultados desde hace tiempo y sabía que iba a hacerlo bien. Estuve muy pendiente de su semana en Hong Kong, donde cosechó grandes victorias y llevó a tres sets a Rublev. Voy a analizar partidos suyos y ver resúmenes amplios para preparar bien la táctica”, aseguró una vez superada la segunda ronda contra Lorenzo Sonego.
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El desconocimiento es tal que el murciano ni siquiera sabía cómo se llama su próximo contrincante, apodado Jerry al residir y tener su cuartel general deportivo en Estados Unidos. “El nombre no lo sabía porque yo lo leo por el apellido, que es Shang”, explicó Alcaraz. No ha visto mucho del chaval, pero sí lo suficiente como para respetar lo suyo lo que viene haciendo: “Voy a tener que estar muy concentrado, porque por lo que he visto de él hasta ahora me ha parecido un jugador impresionante. Creo que está listo para conseguir un gran resultado y tiene el nivel necesario para competir en estos escenarios. Mi sensación es que será un partido muy divertido para todos los aficionados”.
La joven perla, natural de Pekín, también espera dar el callo ante el ganador del US Open y de Wimbledon. “Alcaraz es uno de los mejores jugadores del circuito. Le he visto todo el año. Básicamente, en 2023 ha tenido semanas increíbles, partidos increíbles en los Grand Slams. Para mí, de nuevo, pocas expectativas. No espero nada más que un público muy agradable en la Rod Laver o quizá en la Margaret (Court). Depende de en qué pista juegue. Sólo quiero disfrutar de cada punto, de cada momento, e intentar aprender”, comentó Shang. “Es un poco mayor que yo, ya es uno de los mejores jugadores del circuito. Va a ser genial. Voy a divertirme”, prometió, además.
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Una pretemporada intensa
En 2023, Shang accedió al primer major de su trayectoria profesional, precisamente en Australia, desde la previa y superando, casualidades, el récord de juventud que antes había marcado Alcaraz. Entonces, cayó eliminado en segunda ronda, la misma que sí ha podido superar un año más tarde. Hasta la fecha, se ha cargado a Mackenzie McDonald, último verdugo de Rafa Nadal en Melbourne, y Sumit Nagal, que hace poco apenas contaba con 900 dólares en la cuenta.
En noviembre, nada más acabar la pasada temporada, en la que tampoco faltó a Roland Garros (primera ronda), Shang ya se puso a preparar el nuevo curso. Sin embargo, se vio obligado a echar el freno por motivos de salud. “Lo divertido y triste es que en la primera semana de la pretemporada tuve fiebre. Fue un comienzo terrible, especialmente tras el final de la temporada. Pero creo que me ayudó a aprender nuevas cosas, porque quedarse en casa sin hacer nada, simplemente estando enfermo, es algo horrible. Pensé en muchas cosas junto a mi padre y mi entrenador. Cambiamos los planes sobre mi preparación física y mi enfoque hacia el tenis. Creo que ha ido funcionando realmente bien, ahora tengo todo en su lugar y avanzo en la dirección correcta”, detalló, tal y como recoge la ATP.
Si a esto le unimos que una mononucleosis le había mantenido en el dique seco casi dos meses, igualmente en 2023, Shang tuvo claro que había que darle una vuelta a su hoja de ruta: perdió peso y músculo y se puso a correr como un descosido. Algo que considera que le ha ayudado muchísimo a empezar 2024 en un gran momento: “Me siento mucho más rápido sobre la pista. Creo que he ganado resistencia y flexibilidad. En general, es algo que ha funcionado para mí, así que quiero seguir por esta línea”.
Esa preparación distinta y disfrutar, por encima de todo, le han llevado a que su concurso alcance el punto más álgido que se le recuerda, con unas semifinales, sus primeras ATP, en Hong Kong, antes de viajar a tierras australianas. Predestinado a ser deportista de alta competición (su padre fue futbolista internacional con China y su madre, jugadora de tenis de mesa), fue el primer nacido en 2005 que ganaba un torneo ITF. En esa etapa como júnior, llegó a ser número uno y subcampeón del US Open de la categoría. Más tarde, se convertiría en el primer chino clasificado para un Masters 1000 (Indian Wells 2022).
Con un título Challenger como palmarés, nada hace indicar que la progresión de Juncheng Shang vaya a detenerse en el futuro. La sensación es totalmente la contraria. En pleno Año del Dragón, nada le sería más beneficioso a Jerry que empaparse del espíritu de este ser mitológico y ser él, y no otros, quien escupa fuego raqueta en mano.