Ribadesella se presenta como uno de los enclaves más encantadores de la región de Asturias. En ella, la majestuosidad natural de la costa norte española abraza una rica herencia histórica y una atmósfera vibrante. Situada en la costa del Mar Cantábrico, esta pintoresca localidad marinera deslumbra a sus visitantes con su impresionante paisaje, playas doradas y acantilados escarpados.
Pero Ribadesella no solo cautiva por su belleza natural, sino también por su legado arquitectónico y su ambiente cultural. En este rincón asturiano, cada calle adoquinada y edificio histórico cuentan historias de tiempos pasados, mientras que sus festivales y eventos culturales revelan la pasión y la vitalidad de su comunidad.
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Ribadesella y el piragüismo
Ribadesella es un nombre que evoca la belleza de la costa cantábrica y la historia de una villa con profundas raíces marineras. En este idílico rincón cada día las aguas del mar se entretejen con las del río Sella. Mientras tanto, las montañas se alzan sobre el fondo de la imagen. Por su parte, el piragüismo toma una gran relevancia en la trayectoria de este territorio.
En la década de 1930, el piragüismo surgió como actividad recreativa. Sin embargo, en la actualidad, se ha convertido en un capítulo fundamental de la historia local. El famoso Descenso del Sella, considerado de interés Turístico Internacional, es una apasionante carrera de canoas que se desarrolla entre las localidades de Arriondas y Ribadesella, abarcando una travesía de aproximadamente 20 kilómetros, repletos de rápidos, sinuosas curvas y cambios de nivel.
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Qué ver en Ribadesella
Las posibilidades que este lugar ofrece son numerosas. La oferta va desde un paseo romántico hasta la visita de los lugares más ilustres del territorio. Estos son los puntos más destacados:
- El casco histórico: este espacio destaca por su incalculable patrimonio arquitectónica. De esta forma, fue en 1972 cuando adquirió el título de Conjunto Histórico Artístico. Entre sus joyas se incluyen el majestuoso Palacio de Prieto Cutre, la Casa de Ardiles y el encantador conjunto porticado de la Plaza de la Iglesia. Como auténtica villa marinera, rinde homenaje a la patrona de los marineros en su privilegiada ubicación, la Ermita de Nuestra Señora de la Guía.
- El paseo de la grúa: uno de sus atractivos más notables son sus paseos aristocráticos. Por ello, entre las recomendaciones más sonadas está el paseo por la Grúa. Se trata de un recorrido al nivel del mar que, además de unas vistas inigualables, también ofrece la posibilidad de ver el “farín de la guía”, la fuentina, el puerto de Ribadesella, o los paneles de Mingote.
- El palacio de los Pietro Cutre: a este emplazamiento se le conoce por ser uno de los edificios más destacados de Ribadesella. En sus inicios, esta edificación fue la residencia de la familia Cutre. Erigida en el siglo XVI, su fachada aún ostenta el escudo que atestigua su rica historia. En la actualidad, este emblemático edificio alberga la sede del Ayuntamiento de Ribadesella, manteniendo viva su relevancia en el tejido histórico y administrativo de la localidad