Un Grand Slam de tenis, como ocurre con todas las competiciones deportivas de enjundia, invita a pensar en un ganador o ganadora, para el mismo, selecto, que normalmente se encuentra en los primeros puestos del ranking. Sin embargo, los favoritismos teóricos hay que trasladarlos a la pista en la práctica. Cosa que no está ocurriendo durante este Abierto de Australia, en buena medida, en lo que respecta al torneo femenino. Las sorpresas están tan a la orden del día en el cuadro WTA que es posible que Paula Badosa, la única superviviente española, pueda beneficiarse del batacazo de las primeras cabezas de serie. O no. Tal y como está la competición, todo es posible.
En estos momentos, apenas cuatro integrantes del Top 10 siguen vivas en Melbourne: Iga Swiatek, número uno del mundo; Aryna Sabalenka, número dos; Coco Gauff, número cuatro, y Jelena Ostapenko, número diez. El resto de integrantes de la parte alta de la clasificación ya están fuera del torneo. Una de las eliminaciones más sonadas la protagonizó, este miércoles, la número tres, Elena Rybakina.
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En su caso, la jugadora kazaja, vigente subcampeona, cayó ante la rusa Anna Blinkova, en un partido de final vibrante. Fue así porque se necesitó de un eterno supertiebreak para determinar quién accedía a tercera ronda. Con un 22-20 favorable para la 57ª tenista de la actualidad, saltó la sorpresa: 6-4, 4-6, 7-6. Jessica Pegula, quinta en discordia en el circuito, también se despidió más pronto de lo previsto. La estadounidense no pudo con la francesa Clara Burel, número 51 y que acabó con ella por 6-4, 6-2.
Otro tropiezo muy duro fue el de Ons Jabeur, sexta con más galones del tour. A ella la arrolló la rusa Mirra Andreeva, de apenas 16 años y situada en el puesto 47: 6-0, 6-2. Marketa Vondrousova, séptima a nivel planetario, quedó eliminada incluso antes que sus predecesoras, puesto que la checa perdió en primera ronda frente a la ucraniana Dayana Yastremska, número 93: 6-1, 6-2.
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Volviendo a la segunda ronda, Maria Sakkari, número ocho, tampoco siguió adelante. A la griega la apeó la rusa Elina Avanesyan, 74ª: 6-4, 6-4. Si a esto le añadimos que la checa Karolina Muchova no ha podido jugar en Australia por una lesión en la muñeca, ya tenemos la constatación de lo mal que le están yendo las cosas al Top 10 aquí.
Badosa podría cruzarse con Sabalenka y Gauff
Hasta la mismísima Swiatek ha sufrido. Tras un estreno más cómodo con la estadounidense Sofia Kenin (7-6 [2], 6-2), la polaca necesitó de un tercer set para doblegar a la igualmente norteamericana Danielle Collins, 62ª: 6-4, 3-6, 6-4. Sabalenka ha tenido menos problemas por ahora: la bielorrusa le endosó un 6-0, 6-1 a la alemana Ella Seidel y un 6-3, 6-2 a la checa Brenda Fruhvirtova.
Gauff es otra a la que no le ha temblado el pulso: la estadounidense se impuso 6-3, 6-0 a la eslovaca Anna Karolina Schmiedlova y 7-6 (2), 6-2 en el duelo de compatriotas que vivió con Caroline Dolehide. Finalmente, la letona Ostapenko superó sin sobresaltos el debut (7-6 [5], 6-1 a la australiana Kimberly Birrell), pero tuvo que afrontar un desempate en su segunda jornada (6-0, 3-6, 6-4 a la igualmente local Ajla Tomljanovic).
Se da la circunstancia de que Badosa, recién reincorporada a la causa tras medio año sin jugar, podría medirse a Sabalenka en octavos de final y a Gauff en semifinales. Con la primera, tiene el head to head empatado (dos victorias para cada una). Con la segunda, ganado (3-1). Hasta que nadie diga lo contrario, la exnúmero dos está haciendo un buen papel en este Open: 6-1, 6-3 a la estadounidense Taylor Townsend y 6-2, 6-3 a la rusa Anastasia Pavlyuchenkova. Su próxima rival será, este viernes, la yankee Amanda Anisimova, número 442. Si sigue adelante, y en vistas de cómo les está yendo a las mejores, ¿por qué no soñar?