Carlos Alcaraz se enfrentaba en segunda ronda ante un tenista que ya había saboreado la victoria frente a él. Fue en el Masters de París de 2021, cuando el italiano Lorenzo Sonego se adjudicó el partido. En la rueda de prensa, el español ya había avisado: “No me gusta tener el cara a cara negativo con nadie. Eso me motiva a intentar empatar”. Y tanto que Alcaraz buscaba la V de vendetta. Lo demostró a lo largo de las tres horas y 25 minutos que duró el encuentro, el que le otorgó el pase a tercera ronda a un Alcaraz ligeramente superior, porque el italiano plantó cara hasta el último minuto (6-4, 6-7 [7], 6-3 y 7-6 [3]).
El próximo sábado se enfrentará al chino de 18 años Shang Juncheng, que ha superado al indio Sumit Nagal. Podría ser la victoria 201 para Alcaraz -ante Sonego la 200-: “No lo sabía. Estoy muy contento. Solo llevo dos temporadas y media en el circuito y llegar a esa cifra es increíble. Ahora trataré de llegar a los 300. Esto no para”, dijo al término del partido. Shang es una de las sorpresas positivas de la competición en Melbourne. Tanto es así que Alcaraz ha reconocido abiertamente que le conoce bastante poco y que tiene trabajo de scouting por delante.
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Horario y dónde ver el partido
“Nunca he jugado contra él ni hemos entrenado, pero sigo sus resultados desde hace tiempo y sabía que iba a hacerlo bien. Estuve muy pendiente de su semana en Hong Kong, donde cosechó grandes victorias y llevó a tres sets a Rublev. Voy a analizar partidos suyos y ver resúmenes amplios para preparar bien la táctica”, aseguró una vez superada la segunda ronda contra Lorenzo Sonego. El desconocimiento es tal que el murciano ni siquiera sabía cómo se llama su próximo contrincante, apodado Jerry al residir y tener su cuartel general deportivo en Estados Unidos.
“El nombre no lo sabía porque yo lo leo por el apellido, que es Shang”, explicó Alcaraz. No ha visto mucho del chaval, pero sí lo suficiente como para respetar lo suyo lo que viene haciendo: “Voy a tener que estar muy concentrado, porque por lo que he visto de él hasta ahora me ha parecido un jugador impresionante. Creo que está listo para conseguir un gran resultado y tiene el nivel necesario para competir en estos escenarios. Mi sensación es que será un partido muy divertido para todos los aficionados”.
Shang recibió una invitación para disputar el slam oceánico y será la primera vez en su carrera que dispute una tercera ronda en un grande después de superar en anteriores rondas al estadounidense Mackenzie McDonald y el indio Nagal. El joven de 18 años comenzó a jugar competiciones de rango ATP en 2023 , con tan sólo 17 años cuando cayó aquella segunda ronda del Abierto de Australia frente al estadounidense Frances Tiafoe y obtuvo su mejor resultado en el torneo de Chicago tras caer en semifinales contra Alex Michelsen. El partido del Open de Australia entre Alcaraz y Shang se disputará el próximo domingo 21 de enero, aunque la organización del torneo todavía no ha confirmado el horario del partido de tercera ronda que se podrá ver en directo por televisión en Eurosport.
Alcaraz lidera la ofensiva contra Djokovic
Carlitos tiene por delante la difícil tarea de quebrantar el imperio de Djokovic en Australia. Ningún otro tenista que no se apellide Alcaraz le arrebató durante unas semanas el número uno al serbio y plantarle cara en los Grand Slams, especialmente en Wimbledon, donde provocó la única grieta de Nole la pasada temporada. “Todavía no me lo creo, es increíble. No sólo he ganado, sino que lo he hecho contra una de las mayores leyendas de nuestro deporte. Empecé compitiendo al tenis viéndote jugar. Estás ganando torneos desde que nací”, le dijo Alcaraz a Djokovic.
El español aún no era consciente de la gesta conseguida en Londres batiendo al tenista con más grandes torneos ganados en la historia. Se convirtió, con 20 años, dos meses y 11 días, en el ganador más joven de los últimos 37 años y el tercero más joven de la historia tras Becker y Borg. La gira asiática dinamitó sus aspiraciones, pero el español mantiene viva la llama que le alumbra como el tenista capaz de romper la hegemonía del balcánico.